La empresa encargada de la organización del concierto de Luis Miguel en el Estadio Cuauhtémoc aún no ha gestionado los permisos correspondientes ante el Ayuntamiento de Puebla. No obstante, se destaca que, en este caso, el gobierno, como propietario del estadio, tiene la última palabra para decidir si se llevará a cabo el espectáculo o un partido de futbol.
Así lo afirmó el presidente municipal, Eduardo Rivera Pérez, al abordar la posibilidad de que el concierto pueda ser cancelado o pospuesto, especialmente si el equipo local de futbol avanza a la siguiente etapa del campeonato.
Rivera Pérez precisó que, hasta el momento, el promotor del espectáculo solo ha contactado a la Dirección de Normatividad y Regulación Comercial, sin iniciar los trámites. Sin embargo, reconoció que aún hay tiempo para gestionarlos.
“Aún hay tiempo para que puedan realizar los trámites, por lo tanto, no podríamos afirmar ninguna situación, pero estaremos al pendiente de que realicen sus trámites, cumplan los requisitos y se les pueda otorgar y se lleve a cabo el concierto”, señaló.
Subrayó que los permisos necesarios incluyen medidas de protección civil, constancia de aforo del recinto, exhibición del contrato y el cumplimiento de medidas de seguridad, entre otras garantías que deben tramitarse ante la Dirección de Normatividad del Ayuntamiento de Puebla.
Asimismo, recordó que el gobierno estatal es el propietario del Estadio Cuauhtémoc y que, en caso de que el Club Puebla avance a las semifinales de la Liga MX, será el único con la autoridad para tomar decisiones respecto a ambos eventos programados en las mismas fechas y sede.
En este contexto, expresó: “si hay un posible empate de fecha, quien tiene el sartén por el mango y la última palabra será el gobierno del estado”. Además, añadió que como gobierno de la ciudad, estarán atentos para asegurar que las condiciones para la celebración del concierto cumplan con garantías de legalidad, seguridad y precios adecuados.