En la ciudad de Puebla existen varios mercados municipales tanto en el Centro Histórico como en las unidades habitacionales y periferia de la ciudad.
Si alguien te pregunta dónde está el mercado Carmen Serdán, seguramente no podrás responderle de inmediato, pero si te cuestionan cómo llegar al mercado La Acocota, la respuesta la sabrás de inmediato.
De acuerdo con las crónicas de Jorge Eduardo Zamora Martínez, mejor conocido como El Barón Rojo, el mercado Carmen Serdán fue construido en 1949 sobre la avenida 3 Oriente y Bulevar 5 de Mayo, pero debido a las obras de entubamiento del río San Francisco, los locatarios fueron trasladados al Barrio de La Luz.
En 1965 cerca de 60 locatarios estaban instalados en el predio de la 16 Norte y 6 Oriente, para muchos conocidos como La Acocota.
Dicen los vecinos de la zona que ese nombre se debe a una mujer de origen francés que tenía su casa muy cerca del predio del mercado.
La francesa no pasaba desapercibida debido a su piel blanca y rubia cabellera, que presuntamente llegó muy joven siendo hermana de un militar francés que tuvo participación en la Batalla de Puebla.
Era una mujer guapa, espigada, que vestía telas de seda, siempre arreglada y perfumada, cuyos conocidos le llamaban Le Coquette.
Hay quienes mencionan que Le Coquette era un burdel que la mujer francesa tenía en su casa para subsistir, porque lo único que poseía era su belleza.
Por la cercanía de la casa con el mercado, la gente tomaba como burla decir “voy a Le Coquette” que con el tiempo se fue deformando hasta llegar a La Acocota.
A 58 años de vida del mercado, éste cuenta con cerca de 250 locatarios y todo un bullicio a su alrededor, principalmente los fines de semana, cuando las familias poblanas acuden a comprar su despensa o a desayunar o comer en alguno de los muchos puestos de comida.
Tanto en los puestos de adentro como en los que se instalan afuera, hay gran variedad de abarrotes, frutas y verduras, dulces, flores, ropa, huevo, aceite y más, tanto a precios a mayoreo y menudeo.
Así como la tradicional pasta de mole poblano, pipianes y antojitos típicos como cemitas, tacos dorados, carnitas, cocteles de camarón, jugos, tamales, atoles, tortillas hechas a mano y mucho más.
En el libro La Calles de Puebla de Hugo Leicht, hace referencia a este mercado con una historia diferente.
Menciona que en Analco de 1773 había dos cuadras que se nombran calle del Cocote y Calle Segunda del Cocote respectivamente, situadas por los solares de Doña Felipa “la Cocota”.
La palabra azteca “cocotl” significa garganta y como apodo de una persona equivale a comilón o comelón.
Sin embargo, los mismos locatarios del mercado prefieren contar la historia de la mujer francesa y el estilo de vida que llevaba.