Con los carnavales cada vez más cerca y la costumbre de diferentes barrios y colonias de hacer bailes sonideros, el Ayuntamiento de Puebla llamó a los organizadores a actuar en el marco de las reglas.
Así lo señaló este martes 24 de enero el titular de la Secretaría de Gobernación municipal, Jorge Cruz Lepe, en una entrevista sobre el tema.
El funcionario recordó que este tipo de actividades traen problemas a las autoridades municipales, sobre todo, por el consumo de bebidas alcohólicas, cuya venta no está permitida y genera condiciones de riesgo.
Los reportes ciudadanos, agregó, también incluyen quejas por el uso de grandes equipos de sonido que rompen con la tranquilidad y actividades de zonas habitacionales.
Destacó que además hay que distinguir los bailes que se organizan en fiestas patronales, de los que se realizan por particulares que cierran las calles.
El funcionario expuso que este tipo de bailes son posibles en la ciudad siempre y cuando cumplan con no vender alcohol y con limitarse en el ruido.
También aclaró que primero se debe obtener el permiso de Gobernación para ocupar un espacio en la vía pública. Luego, si participa un sonidero, éste debe también solicitar su propio permiso y contar con las firmas de los vecinos, además de dar aviso a Seguridad Ciudadana.
Explicó que con esos elementos se les da la anuencia o bien, se les orienta sobre lo que deben hacer para poder cumplir con los requerimientos.
El incumplimiento, agregó, puede generar clausuras, suspensiones e intervención de autoridades como la policía municipal, del área de normatividad e incluso de protección civil.
El 2017 el tema de los sonideros causó polémica, pues se buscó su prohibición en el Código Reglamentario para el Municipio de Puebla (Coremun).
Esto incluso generó que representantes del sector se organizaran y señalaran afectaciones económicas para al menos 300 familias.
Si bien esa propuesta no prosperó, el documento que rige las actividades del municipio tiene otros avances en materia del control del ruido.
Apenas en diciembre se incluyó en el Coremun un apartado en el que se facilita las inspecciones a los antros y bares para medir sus decibeles. De acuerdo con los regidores, en un futuro esta medida de control también podría llevarse a los bailes sonideros de la ciudad.
