El caso de una recién nacida, cuya madre de 23 años denunció que había sido robada, dio un giro inesperado. Inicialmente, la madre reportó que en la Clínica Materno Infantil, ubicada en la colonia Joaquín Colombres de la ciudad de Puebla, su hija recién nacida fue sustraída.
Sin embargo, luego trascendió que el incidente se debió a un presunto desacuerdo económico entre la madre y una pareja, quienes inicialmente se harían cargo de sus gastos médicos a cambio de asegurar la adopción de la bebé.
Tras la denuncia por la sustracción de la menor, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) emitió un boletín de búsqueda, en el que se indicaba que la recién nacida vestía un ropón, gorra y sábana de color rosa; era de tez blanca, complexión delgada y medía 50 centímetros.
Como resultado, este lunes 30 de septiembre, tuvo lugar un intenso despliegue policial en el sanatorio mencionado.
La madre afirmó que el parto se llevó a cabo el domingo, pero al ser dada de alta, su hija ya no estaba en el hospital. Mencionó que personas desconocidas la engañaron para que firmara un documento relacionado con los gastos del parto.
Posteriormente, al hablar con los elementos policiales, aseguró que la bebé fue robada por un hombre al que supuestamente le debía dinero. Sin embargo, de manera extraoficial, se conoció que cuando la mujer cumplió el séptimo mes de embarazo, habría aceptado ayuda económica de una pareja, acordando que ellos se harían cargo de la bebé al nacer.
La madre acudió al sanatorio en compañía de otra mujer para reservar el servicio médico, pero el pago no quedó a nombre de la futura madre.
El domingo 29 de septiembre, la mujer ingresó al hospital para dar a luz, pero luego tuvo un desacuerdo con el hombre, quien decidió llevarse a la bebé, advirtiendo que solo se la devolvería cuando le pagara el dinero que habían invertido en su embarazo.
En consecuencia, la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE) inició una investigación sobre el caso y se espera que en breve emita más información sobre su evolución.