En el primer domingo de mayo, poblanos abarrotaron el centro comercial Parque Puebla y la zona de Los Fuertes.
Familias enteras, grupos de amigos, parejas y adultos mayores abandonaron el confinamiento y aprovecharon para ir al cine, a las tiendas de ropa, al acuario, patinar, caminar, hacer ejercicio y tener un día de campo.
El estacionamiento de Parque Puebla -ubicado al norte de la capital poblana- se encontró repleto, también se observó gran flujo de peatones en inmediaciones de la plaza, así como una fila larga en Cinépolis.
El área de comida, aunque se encontraba llena, las mesas estaban más separadas que en otras ocasiones y el personal de la plaza procuraba limpiarlas cada vez que se levantaban los comensales.
La mayoría de los asistentes al centro comercial paseaba al interior de la plaza y los restaurantes todavía no se llenaban por completo.
En la zona de Los Fuertes, en cambio, fue posible observar cómo poco a poco la Plaza de la Victoria se llenaba de familias que acudían a patinar, caminar o dar un paseo con sus mascotas, andar en bicicleta e incluso volar un papalote.
El área de juegos infantiles se llenó y mientras los menores utilizaban las resbaladillas, los padres de familia esperaban bajo la sombra de un árbol.
También se observó que vendedores ambulantes aprovecharon la afluencia de personas para comercializar sus productos, como paletas de hielo, bolis, chicharrines y globos.
Los estacionamientos de Los Fuertes de Loreto y Guadalupe estaban repletos de vehículos, los cuales pertenecían a las familias que llegaron a pasear.