Puebla se distingue no solo por su apasionante historia y arquitectura colonial, sino también por sus magníficas cúpulas que han cautivado tanto a locales como turistas, convirtiéndose en auténticas joyas que embellecen la ciudad.
Como sabrás, la mayoría de las construcciones en Puebla, tanto religiosas como civiles, están hechas con materiales similares como petatillo, ladrillo rojo, cantera y argamasa, y decorados con azulejos de talavera.
De acuerdo con la Guía del Patrimonio Religioso de la Ciudad de Puebla, antes de finalizar el siglo XVII comenzaron a construirse cúpulas con casquete semiesférico gallonado o con gajos que pueden ser de sección semicircular o triangular.
Ejemplo de ello es la cúpula de la Catedral de Puebla, ubicada en la calle 2 sur y 3 oriente, pues tiene características gallonadas, ya que está compuesta por nervaduras de medio punto que asemejan los gajos o gallones, además de tener una veleta en forma de cruz.
Otro tipo de cúpulas que son las más comunes en la ciudad son las semiesféricas o de semi elipse, con linternillas, las cuales son torres pequeñas con vanos que se añaden al ápice de ciertas cúpulas con el fin de dejar pasar la luz al interior.
La linternilla sirve como elemento decorativo, pues enaltece la silueta externa de la edificación y dota de movimiento al intradós de la cúpula. Ejemplo de ello son las cúpulas de la Capilla Real en Cholula.
A lo largo de la historia, las cúpulas han sido elementos fundamentales en la arquitectura religiosa, pero también edificios gubernamentales como la sede del Palacio de Gobierno, hoy Edificio de Protocolos del Gobierno del Estado.