Ciudad

La Paz, San Manuel, El Mirador y otras colonias de Puebla perdieron su esplendor

Un especialista de la Ibero Puebla explica las razones por las que algunas zonas ya no tienen su encanto y pasaron del auge al abandono

Residentes de La Paz han dejado sus casas para irse a vivir a la periferia de la ciudad | Foto: Agencia Es Imagen para El Universal Puebla
22/02/2023 |19:11Angeles Bretón |
Angeles Bretón
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La actual oferta de inmuebles en Puebla se concentra en la zona de la periferia, pero hubo una década en la que las zonas residenciales de la capital vivieron tiempos de bonanza.

Colonias como La Paz, Huexotitla, El Mirador, El Carmen, Los Fuertes, Las Ánimas, El Vergel y San Manuel, entre otras, eran motivo de orgullo para que sus ocupantes refirieran su código postal.

La Paz, San Manuel, El Mirador y otras colonias de Puebla perdieron su esplendor

Fueron zonas que se fundaron entre los años 1940-1950 con una prospectiva de 80 años de vida, pero que hoy se reconvierten en otro tipo de vivienda y habitación.

Carlos Francisco Valverde Díaz de León, coordinador del doctorado en Hábitat y Sustentabilidad de la Universidad Iberoamericana Puebla, explicó cuáles fueron los principales factores que hicieron que estas colonias perdieran su encanto original.

En entrevista con , precisó que en el caso de la colonia La Paz se encuentra en un proceso de reconfiguración por razones sociales, económicas y también por algunos cambios en políticas de gestión del territorio.

En primer lugar, en diferentes gestiones, se ha permitido la extensión de la ciudad en toda su periferia y como ejemplo está el Proyecto Regional Angelópolis con el cual se creó una reserva para extender la ciudad, supuestamente para dotarla de un conjunto de equipamientos y servicios que requería.

La Paz, San Manuel, El Mirador y otras colonias de Puebla perdieron su esplendor

Con estas políticas públicas, abundó el experto, lo que hoy se tiene es un desplazamiento urbano que tiende a que las familias o los habitantes se desplacen hacia las orillas.

Por otra parte, el tipo de vivienda que se diseñó y construyó en esas colonias residenciales eran en predios muy extensos, ideales para familias de clase media alta o alta que estaban conformadas por 6 personas, en cambio hoy son en promedio de 4.2 personas.

Las viviendas de estas colonias también han modificado el uso de suelo y por su extensión han servido para fines comerciales y de servicios convirtiéndose en oficinas, bancos, entre otros.

Por otro lado, los grandes predios de 400 a 450 metros cuadrados, hoy se están aprovechado para la construcción de edificios, por lo que donde antes había una sola casa, ahora pueden contarse 18.

“Esto es un fenómeno económico muy importante para la ciudad del capital inmobiliario que busca justamente la reproducción de los beneficios de la inversión inmobiliaria, tantas veces como sea necesario. Por eso podemos notar que en los últimos años se han construido una cantidad de edificios, de 10 o 14 pisos, donde la renta del suelo se multiplica por ese número de veces”, explicó.

Valverde Díaz de León no descartó que en algún momento haya una redensificación de las colonias de Puebla, como en El Carmen, lo que traerá beneficios, pero también consecuencias.

Entre los beneficios, considera que la parte central de la ciudad volverá a ser poblada y no sólo será para el comercio o el turismo, además de que se reduce la tentativa de seguir extendiendo a la ciudad hacia la periferia.

La parte negativa es que vivir en estas colonias se vuelve más costoso, considerando que se adquiere un departamento de 90 metros cuadrados, mientras que en la periferia por el mismo valor o menos, se puede obtener una propiedad de 150 o 200 metros cuadrados.

La rehabilitación del primer cuadro de la ciudad también se ve complicada por la infraestructura y la dotación de agua potable, pues no se sabe si será suficiente.

El especialista se pronunció porque autoridades y sociedad sigan trabajando por mantener un centro patrimonial vivo, donde la gente pueda seguir viviendo “porque eso le da autenticidad con actividades que la gente desarrolla diario como escuela, mercados, templos y espacios de ocio”.

“El enorme potencial que tienen estas colonias es que se mantiene viva la idea de la ciudad, porque hay multiplicidad de usos y los habitantes pueden encontrar satisfactores muy cerca del lugar donde viven, abasto, comercio, educación, salud, espacios de entretenimiento, en comparación con los fraccionamientos donde la población se autoaísla, no interactúa o no anima la vida de la ciudad”, acotó.