Puebla es un estado rico en gastronomía, cultura, e historia. Muy pocos saben que existen lugares arqueológicos que se encuentran catalogados como Patrimonio Cultural y uno de ellos es la zona arqueológica “Manzanilla”.
Estas ruinas prehispánicas están al noreste de la capital poblana y constituyen un legado patrimonial importante que se ha quedado en el abandono y el olvido.
La zona arqueológica se sitúa a 5 kilómetros de la capital poblana, sobre la carretera que va a las juntas auxiliares de La Resurrección y San Miguel Canoa. De acuerdo con la Gerencia del Centro Histórico y Patrimonio Cultural esta zona forma parte de las laderas del volcán Metlalcueyatl, mejor conocido como la Malinche. Asimismo, la dependencia señala que las ruinas formaban parte de una antigua propiedad llamada ex hacienda Manzanilla.
Este yacimiento arqueológico se encuentra dividido en tres zonas principales: el Cerro del Marqués (periodo Preclásico), el parque de Manzanilla (periodo Clásico) y la Hacienda de San Diego Manzanilla (periodo Clásico Tardío y Posclásico).
El mismo texto publicado por el Ayuntamiento señala que en el área del Cerro del Marqués se encuentran tres agrupamientos de vestigios arqueológicos, de los cuales destacan tres pirámides construidas en el periodo Preclásico (2500 a.C. a 200 d.C.) Lamentable la urbanización y el mal uso ocasionaron deterioros notables.
Mientras que en la Hacienda de San Diego Manzanilla se pueden distinguir de 14 a 16 pirámides que han sido saqueadas y vandalizadas sin importar el legado histórico de esta zona.
Otra de las estructuras que se encuentran en el área son las ruinas de un juego de pelota que perteneció al periodo Clásico (200 a 900 d.C.) y Postclásico (900 a 1500 d.C.).
Según la revista Cuetlaxcoapan, en 1965 el juego de pelota fue intervenido para su reconstrucción, razón por la cual actualmente es el edificio mejor conservado de todo el yacimiento.
A pesar de existir una construcción de “juego de pelota”, tal vez uno de los primeros en Mesoamérica, actualmente la zona arqueológica de la junta auxiliar de la Resurrección se encuentra abandonada por algunas instituciones que en teoría tendrían que custodiarla.
La zona está grafiteada y a veces es utilizada como basurero pero son los mismos habitantes y ambientalistas que tratan de darle mantenimiento constante, pero no es suficiente ni adecuado para lo que se requiere.
