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La historia del aviario que fracasó y se convirtió en Arboterra

El aviario de la ciudad de Puebla fue cerrado en 2014 por el gobierno del estado

El aviario del Parque Ecológico fue cerrado en 2014 | Foto: EsImagen
22/02/2024 |13:23
Alejandro Villegas
RedactorVer perfil

El Parque Ecológico y el aviario de la ciudad de Puebla fueron construidos en el predio del antiguo aeropuerto militar en 1986, con el financiamiento de la Fundación Jenkins. Sin embargo, ambos proyectos enfrentaron problemas y fracasaron.

En principio, el Parque Ecológico fue concesionado a un grupo ecológico, mientras que el manejo del aviario se dejó a la Unión de Pajareros.

De acuerdo con registros periodísticos, 60 pajareros de la Unión se organizaron para tratar de darle forma y mantener el proyecto, pero no fue suficiente, ya que se requerían mayores recursos tanto económicos como técnicos.

Años más tarde, el aviario fue cerrado en 2014 por el gobierno estatal. Las especies se trasladaron al Parque Flor del Bosque, pero muchas murieron.

Por su parte, Martín Camacho Morales, exresponsable del aviario, inició un proceso legal y ganó una demanda contra la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).


El nacimiento de Arboterra

En julio de 2016, la administración estatal tomó la decisión de concesionar la operación del aviario a expertos en el tema, así como de llevar a cabo la remodelación del espacio, también bajo la figura de concesión y se abriría al público.

Los concesionarios garantizarían el mantenimiento de las instalaciones, y la operación como una atracción generaría ingresos para el estado.

En enero de 2017, el gobernador Rafael Moreno Valle inauguró “El Mundo Secreto de Arboterra”, un proyecto con el que se rescató el antiguo aviario. La operación de Arboterra quedó en manos de Africam Safari.



Hace seis años, Gabo Galleta publicó un video en YouTube en el que se describe a grandes rasgos lo que sucedió con el viejo aviario y la transformación que sufrió para convertirse en Arboterra:

Evidentemente, si se toma como referencia la forma en que opera el Africam Safari, no se puede más que concluir que vale la pena visitar Arboterra.

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