La Cuchilla ya es toda una quinceañera. En 15 años este mercado se ha caracterizado por comercializar mercancía ilícita y por albergar a delincuentes dedicados al narcomenudeo y a delitos de alto impacto.
En los años sesentas, un grupo de comerciantes se asentó en un predio ubicado sobre la avenida Héroe de Nacozari de la capital de Puebla.
En ese entonces, no había muchas calles pavimentadas, sino terrenos y campos de cultivo.
Las personas hacían sus pininos para arrancar la actividad comercial en la zona, por lo que todos los días les ofrecían productos a la ciudadanía, en especial comestibles.
Con el paso de los años, los vendedores empezaron a tomar fuerza y lucharon por la construcción de un mercado.
A partir de los años setenta, se empezó a edificar la estructura que hasta hoy conocemos.
Sin embargo, el tiempo empezó a modificar el giro de lo que vendían los comerciantes.
De la venta de frutas y verduras pasaron a comercializar mercancía de dudosa procedencia.
Con la entrada de los discos compactos en el 2000, las personas empezaron a comercializar en el inmueble fotogramas y películas piratas.
La nula acción por parte de las autoridades ocasionó que los comerciantes continuaran operando en la ilegalidad.
Además, empezaron a distribuir y vender estupefacientes, en su mayoría cristal y marihuana.
Del 2007 al 2022 ha alcanzado su máximo apogeo este mercado, donde las autoridades no han logrado con acabar con toda la delincuencia que se ha enraizado.
En estos años la incidencia delictiva se ha disparado principalmente con el comercio de mercancía ilícita, con la venta de estupefacientes y con el cobro de piso.
En el sexenio del gobernador Rafael Moreno Valle, Omar Jonathan, “El Negro”, se convirtió en líder narcomenudista.
El delincuente pasó de ser un ayudante de comerciantes dedicados a la piratería a controlar la venta y distribución de estupefacientes.
En marzo del 2018, agentes federales y estatales montaron un operativo en la colonia Clavijero para capturar a “El Negro”.
Las autoridades lograron herirlo, pero no capturarlo porque logró huir de la entidad.
En el 2019, Arturo Romero Aparicio, alias “El Cachibombo”, tomó el control del narcomenudeo en el mercado.
La peculiaridad de este criminal es que operaba desde el penal de San Miguel, donde compró la plaza para controlarla.
Cuando las autoridades lo trasladaron a una cárcel federal en Oaxaca, “El Cachibombo” dejó en el cargo a Javier Francisco, “El Caimán”.
Hasta la fecha, el sujeto continúa operando y, aunque las autoridades ya le siguen los pasos, no han logrado capturarlo.
En abril del 2020, las autoridades informaron la aprehensión de Roberto, “El Terry”, integrante de la banda de “El Cachibombo”.
En septiembre de ese mismo año, la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) estatal acudieron al mercado y decomisaron cuatro toneladas de mercancía aprócrifa, como discos compactos, quemadores de discos y calzado.
El 5 de octubre de 2020 la SSP informó que había una célula delictiva encabezada por “La Betty”.
En enero del 2021, la SSP detuvo a tres personas relacionadas con la banda de “El Chupón”, presunto distribuidor de droga en inmediaciones de La Cuchilla.
El 25 de marzo de 2021 la Policía Estatal detuvo a un hombre que vendía cristal en el municipio de Coronango, quien dijo que obtenía las drogas en este mercado.
En abril de 2021, los policías estatales detuvieron en la colonia Jorge Murad Macluf a Víctor, “La Vicky”, quien era identificado como un líder narcomenudista que operaba en La Cuchilla, donde también robaba comercios y asaltaba transeúntes.
El 1 de junio de este año Jocelín Carreto y David Báez desaparecieron en el mercado La Cuchilla.
La pareja acudió a comprar juguetes para su hijo y desde ese día no se ha sabido de su paradero.
Sus familiares se han manifestado en diversas ocasiones, pero no han logrado agilidad por parte de las autoridades.
Hace un tiempo circuló un video de la pareja en un paradero de la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA) antes de desaparecer, pero nada más.
Desde hace unos meses, el Ayuntamiento de Puebla analiza la ruta jurídica para cambiar el uso de suelo de ese predio.
El aval lo tienen por parte del gobierno del estado, encabezado por el gobernador Miguel Barbosa.
Ambos gobiernos aseguraron que buscan erradicar los delitos que pululan en dicho punto.