Ubicado a orillas del río Atoyac, en la colonia San Isidro Castillotla, el Centro Cultural La Carmela recuperó la construcción de la exhidráulica “La Carmela”, que fue iniciada en 1906 durante el gobierno de Porfirio Díaz. Debe su nombre a la esposa de Porfirio Díaz y su diseño corrió a cargo del ingeniero Carlos Mastretta Magnani.
De acuerdo con registros históricos, esa planta hidráulica abasteció de electricidad a la fábrica de San José El Mayorazgo y al Complejo Textil Atoyac. Sin embargo, a partir de la Revolución Mexicana, registró usos intermitentes y dejó de operar. En la actualidad, es un atractivo más de Puebla.
Las instalaciones fueron restauradas; en los trabajos se aprovecharon al máximo los muros de piedra y los engranajes oxidados. Además, como parte del proyecto arquitectónico, se erigieron nuevas edificaciones para darle vida a un nuevo complejo cultural.
El proyecto de restauración, liderado por la firma de arquitectos Ágora, buscó recuperar la memoria hídrica y el patrimonio industrial de Puebla para crear un espacio que conjuga historia, cultura y naturaleza.
En sus más de 10 mil metros cuadrados, el Centro Cultural La Carmela alberga un museo a cielo abierto con la historia de la planta hidroeléctrica, la industria textil en Puebla y la relevancia del río Atoyac. Tiene una Casa de Cultura con salones donde se imparten talleres y se realizan diversas actividades culturales. También cuenta con una biblioteca, una cafetería y una sala de cine club.
En el plano externo, opera un ágora donde se realizan presentaciones y conciertos. También hay un skatepark. En suma, La Carmela es un lugar cultural y de esparcimiento que vale la pena visitar.