¿Ya conoces la escultura de herrería que ahora adorna Puebla? Se trata de una bicicleta monumental en avenida Juárez con toques de talavera, denominada “Un pedal por la vida”.
La obra fue elaborada por la artista poblana Laura Rebollo y es un homenaje a los paseos dominicales realizados en el Centro Histórico de la ciudad de Puebla.
Se encuentra frente al Comfort Inn y cambiará de temática a lo largo del año, convirtiéndose en un punto dinámico que promete sorprender a locales y visitantes por igual.
Un símbolo que rueda con historia
Puebla, una ciudad que respira cultura en cada rincón, acaba de sumar un nuevo ícono a su paisaje urbano. Esta bicicleta monumental en avenida Juárez no es solo una pieza decorativa, sino un testimonio del talento local y un guiño a la creciente pasión por la movilidad sustentable.
Laura Rebollo ha dado vida a esta estructura que combina la resistencia de la herrería con la delicadeza de la talavera, un arte cerámico que lleva más de cuatro siglos siendo emblema de la región.
La obra, bautizada como "Un pedal por la vida", captura la esencia de los paseos dominicales que han ganado popularidad en el corazón de Puebla.
Cada fin de semana, cientos de familias y amigos recorren las calles del Centro Histórico sobre dos ruedas, un ritual que fomenta el ejercicio, la convivencia y el amor por la ciudad.
Según datos del Instituto Municipal de Planeación, en 2024 más de 15 mil personas participaron en estas actividades ciclistas solo en los primeros seis meses del año. Ahora, esta escultura se alza como un recordatorio permanente de esa energía colectiva.
Una experiencia que avanza
Lo que hace aún más especial a esta bicicleta monumental en avenida Juárez es su carácter evolutivo.
A diferencia de otras piezas estáticas, "Un pedal por la vida" está diseñada para transformarse con el paso de los meses.
Desde detalles inspirados en las festividades de Día de Muertos hasta guiños a la primavera o al tradicional mole poblano, la obra promete mantenerse fresca y relevante.
Imagina pasar frente al Comfort Inn en octubre y encontrarla adornada con calaveras de talavera, o en abril, rodeada de flores que evocan los campos de Atlixco. ¡Nunca será la misma!