Con las celebraciones de Día de Muertos, llegan los panes propios de la temporada, como lo son los rosquetes cubiertos de merengue, los muñecos rosas espolvoreados de azúcar, el mantecado y, las consentidas de los paladares, las hojaldras.
Foto: redes sociales
Las panaderías mexicanas comercializan estos característicos panes redondos, cubiertos con figuras en forma de huesos y bolitas, barnizados con huevo y adornados con ajonjolí, pero ahora también las hay cubiertas de azúcar.
Sin embargo, este pan perfumado con agua de azahar y ralladura de naranja, ha inspirado a otros para transformarlos en bocados rellenos de dulce o salado.
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A través de las redes sociales circulan diversas imágenes en las que se da muestra de la transformación de la tradicional hojaldra con ajonjolí, azucarada y marmoleada.
Entre las opciones dulces presumen imágenes con hojaldras rellenas de crema de avellanas con plátano o fresas, queso crema con mermelada o con fruta, o rellenas de nata.
También lucen los panes de muerto rellenos con crema batida con fresa o nuez, o con crema pastelera que en otros estados la conocen como manjar.
Para quienes prefieren de lo salado, el emblemático pan del Día de Muertos es rellenado con jamón y queso, pero en Puebla, un establecimiento ya oferta hojaldra rellena de mole poblano con pollo.
Para hacer una presentación un poco más gourmet, proponen la hojaldra rellena de cremoso de aguacate, a base de queso crema y aguacate.
Para muchos es un exceso esta transformación, mientras que para otros es toda una delicia y agradecen tal atrevimiento.
Sea con o sin relleno, las hojaldras no deben faltar en los altares de muertos, ya sea son ajonjolí o espolvoreadas de azúcar.
