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FOTOS. No es el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, pero sí educó a niños poblanos

El Colegio Howard se ubicó en una casona de belleza reconocida por la zona del Paseo Bravo que hoy está convertida en un edificio

El Colegio Howard se ubicaba en la esquina de la 13 Sur y la 5 Poniente, en una bella casona del Paseo Bravo | Foto: México en fotos
10/08/2023 |09:56
Laura Ruiz
RedactorVer perfil

En la cultura de los aficionados a Harry Potter un escenario protagonista es el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, y en Puebla lo que tuvimos fue el Colegio Howard.

Más allá del peculiar nombre que en algo recuerda a la saga literaria y cinematográfica, la escuela fue característica por una arquitectura considerada que hoy ya no existe.

Se trató de una casona ubicada en la esquina de la 13 Sur y la 5 Poniente, caracterizada por su torre y otros detalles.

Foto: Puebla Antigua

En el grupo de aficionados a la historia en Facebook de Puebla Antigua se han compartido imágenes tanto de su fachada como de ese espacio en la parte alta que en más de una ocasión sirvió para las fotografías del recuerdo.

Foto: Facebook Jorge Carpinteyro

Tal es el caso de una fotografía compartida por el internauta Jorge Carpinteyro en dónde aparece su mamá, hoy de 97 años, cuando estudiaba enfermería y junto con otras compañeras contaba en ese edificio con su dormitorio.

De acuerdo con reseñas históricas sobre el proyecto arquitectónico, se trataba de un torreón circular de inspiración franco renacentista y el inmueble contaba con otros materiales valiosos.

Estos incluso se enumeraron y revendieron cuando la casa fue derrumbada en 1971 y dejó de ser una institución educativa.

En su lugar fue construido un edificio que se conoce como Papillón y que actualmente alberga algunas oficinas y comercios.



Sin embargo, en el inmueble original se contaron varias historias, pues de origen fue una residencia del exgobernador Mucio P. Martínez.

En 1920 la adquirieron los misioneros bautistas y el capital para esa compra fue aportado por una señorita millonaria de Nueva York que llevaba como apellido Howard y que dio nombre al colegio hasta 1934.

En ese año cerró y en 1938 reabrió como el Colegio Nicolás Bravo, que operó hasta antes del derrumbe del inmueble.

En los primeros años, la institución educativa se caracterizó por educar a niños en el nivel básico e impartir clases de inglés, pero también se destaca la formación de maestras.

Foto: Puebla Antigua