Cada barrio tiene una historia y varias leyendas a su alrededor. Tal es el caso de Analco, uno de los asentamientos de Puebla que se estableció a orillas del río San Francisco.
A medida que pasaba el tiempo, este lugar comenzó a poblarse y a albergar un sinfín de historias y leyendas espeluznantes.
Seguramente ya te sabes la historia del Puente de Ovando, o la del Callejón del Muerto. Sin embargo, hay una que seguramente no conocías y cuentan los habitantes más antiguos de este barrio.
Al interior de una vecindad ubicada en la 5 Oriente número 1408, en Barrio de Analco, se encuentra un lugar llamado el Palacio de las Brujas.
De acuerdo con el tiktoker Olimán en Línea, se dice que este inmueble abandonado fue habitado por mujeres que se dedicaban hacer rituales en donde llegaban a asesinar niños.
Sin embargo, los que viven en esta vecindad cuentan que en las noches un hombre vestido de negro recorre cada pasillo de este lugar. Incluso, algunos de los inquilinos tienen cruces hechas con cuchillos en sus entradas e imágenes de santos en sus ventanas para protegerse de las malas energías que habitan el lugar.
Sus habitantes dicen que han vivido experiencias paranormales al interior de esta vecindad, que incluso han visto bolas de fuego en ciertos días. No obstante, a pesar de que esta vecindad se encuentra deteriorada aún siguen viviendo familias en su interior.
Por último, es importante señalar que aunque la curiosidad por explorar este sitio lleno de misterios y leyendas sea grande, si deseas grabar o fotografiar dentro de esta vecindad, deberás contar con una autorización previa.
Por lo tanto, antes de explorar este tipo de sitios, te aconsejamos que tomes las medidas necesarias y obtengas el permiso correspondiente.
Historia del Barrio de Analco
Como bien sabemos, la ciudad de Puebla se fundó el 16 de abril de 1531 con la denominación de Puebla de los Ángeles. Desde ese momento, los primeros barrios emergieron como consecuencia de la necesidad de la mano de obra para comenzar a construir la urbe de los españoles.
Dentro de los primeros barrios de Puebla, nos encontramos al barrio del Alto y el barrio de Analco, que fueron producto de la decisión administrativa de la organización religiosa, política y social de aquella época.
Dicho ordenamiento señaló que el poblado indígena quedara fuera de la traza española y que se asentaran del otro lado de Río Almoloya, conocido posteriormente como San Francisco. A ese barrio se le llamó Analco, que quiere decir: “Al otro lado del río”.
Las investigaciones señalan que en ese tiempo llegaron a asentarse más indígenas provenientes de Cholula, Tlaxcala y la Mixteca, quienes siguiendo sus tradiciones prehispánicas y construyeron en 1560 una ermita dedicada a las Ánimas, que fue demolida en 1618 para la construcción de una capilla dedicada al Santo Ángel de la Guarda.
Con el paso del tiempo, el barrio indígena se fue rediseñando con la llegada de familias mestizas y españolas. Estos nuevos habitantes se dedicaron principalmente a la alfarería y establecieron molinos a lo largo de las orillas del río San Francisco.
En el año 1759 se instaló una fuente en el centro de la plazuela que fungió como abastecedora de agua potable para los habitantes, pero en 1925 dicha fuente fue retirada y regresó a su sitio original tres años más tarde.