Los niños de Puebla de la década de los 80 y 90 seguramente atesoran en sus memorias los gratos recuerdos que les dejó subirse a uno de los dos trenes infantiles que transitaban por los parques de la ciudad.

Estos vehículos no fueron los primeros que sirvieron para el paseo de los más pequeños, de acuerdo con archivos históricos, fue el 13 de abril de 1955, cuando se inauguró en el parque zoológico de Puebla, situado en el Paseo Bravo, un ferrocarril infantil.

Foto: Juan Martín Cruz Contreras
Foto: Juan Martín Cruz Contreras

En aquella ocasión, el propósito de este tren era allegarse de fondos para destinarlos al sostenimiento de los animales, lago, cafetería y áreas verdes que había en el Paseo Bravo.

Al menos así se señala en un artículo publicado en la revista “ELEKTRA”, en el ejemplar número 19 de junio de 1955, editada por la compañía Tranvías, Luz y Fuerza de Puebla.

Foto: Juan Martín Cruz Contreras
Foto: Juan Martín Cruz Contreras

Ahí se señala que la adquisición del tren fue iniciativa de Arturo Perdomo Morán, entonces presidente municipal de Puebla, quien consiguió el tren y los rieles por la cantidad de 17 mil 500 pesos, cuando su valor era de por lo menos 150 mil.

“La estación se construyó cerca de la jaula de los osos, de allí parte la vía por el lado poniente del Paseo Bravo, hasta el kiosco de la banda municipal. Allí da una vuelta y toma la misma vía para regresar al punto de partida”, se lee en el artículo.


Los viajeros debían pagar 50 centavos por la vuelta, pero en realidad no solo subían los niños, ya que uno que otro adulto quería pasearse en alguno de los tres vagones amplios y metálicos, principal atractivo los domingos y días festivos.

“La locomotora de vapor fue construida por la Casa Abelardo Martínez e Hijos, de México; quema petróleo, lo mismo que las máquinas grandes. Para la construcción de la vía y la estación, así como para la inspección de todo el equipo, se contó con la cooperación de los ingenieros y trabajadores de los Ferrocarriles Nacionales de México, quienes cooperaron con mucho empeño para dejarlo en perfectas condiciones de funcionamiento”, se añade.


Como mucha infraestructura de Puebla, con el paso del tiempo sufrieron modificaciones. Los animales fueron donados, la cafetería se convirtió en un acuario y luego en oficinas públicas, el lago desapareció al igual que el tren y las vías.

Al menos eso es lo que se aprecia en una fotografía de 1963, propiedad de la familia Arenas, en las que se observa a los niños paseando en un tres de tres carros, pero que no pasa por vías de tren, sino que se ayuda con llantas.

Foto: Familia Arenas
Foto: Familia Arenas

Los vagones están abiertos y algunos con barrotes, además estaban pintados con números y diseños propios para los niños.

Este tren tenía como recorrido dar la vuelta a la pista de patinaje que se había instalado en el Paseo Bravo, donde se colocaban también los juegos mecánicos.

Este tren fue hecho por el señor Roberto Arenas Rojas, quien también construyó otro en 1989 y un año después lo terminó.

Fue el que permaneció del 5 de mayo de 1991 al 31 de mayo de 2018, en el Parque Juárez frente a Plaza Dorada.

Foto: Tren Infantil Puebla
Foto: Tren Infantil Puebla

El tren tenía un diseño como de tren bala o como vagones del metro en la Ciudad de México. La locomotora era de color azul con gris y estaba debidamente rotulada con su número, mientras que los laterales eran de color naranja y negro.

El tren infantil se componía de la locomotora y dos vagones descubiertos donde los niños iban sentados y podían admirar el paisaje al mismo tiempo que sentían los rayos del sol o el viento en la cara.

Actualmente, estos trenes ya no realizan recorridos en los parques públicos de la ciudad, pero pueden encontrarse vehículos similares al interior de los centros comerciales, donde cada vez es más común observar a los niños recorriendo los espacios privados, observando el ir y venir de los compradores, locales de ropa, zapatos, joyerías y tiendas departamentales, entre otros comercios.

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