Son muchos los elementos que le dan identidad a la ciudad de Puebla, entre los que destacan su arquitectura, gastronomía y hasta su gente. Uno de los elementos que comúnmente vemos todos los días o quizás no te habías fijado son los dragones que adornan los faroles del Centro Histórico.
Para que la ciudad de Puebla estuviera a la altura de la ciudad de México y de otras ciudades europeas, se realizaron diferentes intervenciones en el espacio público efectuadas por el mismo Ayuntamiento, particulares y empresas.
Con el objetivo era que luciera más agradable durante los siglos XVIII y XIX, para mantener más limpia la ciudad se ejecutaron propuestas para implementar elementos que pudieran contribuir a que fuera un lugar más bello.
En el caso del alumbrado, las iniciativas que se tomaban eran las de favorecer a las principales avenidas, debido a que estas determinaban la comunicación con los principales espacios públicos, como paseos y plazas. Esta determinación fue llevada a cabo en 1911, y planteaba la distribución de las luminarias según lo acordado con la Compañía de Tranvías, Luz y Fuerza de Puebla, y el Ayuntamiento.
Dicha información ha sido sacada del CAPÍTULO 44 El espacio público en el Centro Histórico de Puebla (México) Universidad de Barcelona- Doctorado Espacio Público y Regeneración Urbana: Arte, Teoría, Conservación del Patrimonio. 294 Gráfico 194.
De acuerdo con la Revista Bulevar, el diseño original de estos dragones, fue de los hermanos Ignacio y Germán Landa Marín quienes lo registraron como un modelo nuevo y único como postes de ornamento.
Para su registro describieron su invento de la siguiente forma: la parte esencial de nuestro modelo, consiste en una serie de adornos en forma de dragones, saliendo de la parte inferior de sus cabezas los sostenes de los focos.
El 10 de enero de 1911, se les entregó la patente con el número 4325 en las oficinas de patentes y marcas de la República mexicana, dicho proyecto fue acompañado de la construcción de una fundación en los límites de Puebla en las actuales calles de la 11 sur y 21 poniente. La vigencia de la patente solo duro 10 años, pero estas farolas siguen alumbrando hasta la fecha las calles de Puebla.