Un reciente documento entregado por concesionarios al Congreso de Puebla para solicitar un aumento de 12 pesos en la tarifa, ha reavivado la polémica sobre su mal servicio.

Sobre todo, porque la última vez que se les autorizó un  incremento de 6 a 8 pesos con 50 centavos, los concesionarios se comprometieron a garantizar la calidad del servicio y la modernización de sus unidades.

Además debieron cumplir con la instalación de botones de pánico y cámaras de vigilancia conectadas al sistema de seguridad estatal y tampoco lo hicieron.



Datos oficiales de la Secretaría de Movilidad y Transporte constatan el número constante de quejas por el mal servicio que ofrecen.

Informó que de enero a septiembre de este 2023 se habían registrado 2 mil 413 reportes de ciudadanos, es decir, casi nueve al día.

Según estimaciones de la dependencia, las rutas con más quejas fueron: 10, 4, 21, 3, 76, 50, la Cree-Madero, Azteca, Loma Bella y la JBS.

Esta lista coincide con las quejas que se tenían en 2019 cuando se aprobó el aumento a la tarifa.

En ese entonces, las quejas fueron contra las rutas 10, 21, 52 y la Loma Bella, entre otras.

El gobierno de Puebla descartó el aumento de tarifas por considerar que están dentro del promedio a nivel nacional.

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