Al caminar por las calles del Centro Histórico de Puebla es inevitable ponerse a pensar cómo fueron y son las casonas más emblemáticas de la ciudad.
Una de ellas es la que se encuentra en avenida Reforma 917 y que se asemeja por su arquitectura a inmuebles de los siglos XVII y XVIII.
En esta casa por fortuna se ha podido identificar cómo era su interior en los años cuarenta.
En grupos de aficionados a la historia como Puebla Antigua, el internauta Joser Rovirola Pino compartió cómo era su interior en 1940, cuando fue habitado por sus abuelos recién casados.
Ahí se observan muebles de la época que incluían espejos grandes con formas de conchas, camas con dosel y salas y comedores bellamente decorados, como haciendo honores a la casa.
En cuanto a la arquitectura se aprecian materiales de construcción para fogones en la misma cocina, paredes decoradas y grandes ventanales.
Una curiosidad de este inmueble es que permite el contraste sobre cómo luciría ahora si se habitara para vivienda como en esas imagenes de hace más de 80 años.
En 2018, el proyecto BeSign eligió esta casa para un proyecto de restauración e interiorismo que implicó una inversión de 10 millones de pesos y la participación de 21 especialistas en arquitectura, diseño y ambientes.
Durante un mes, la casa estuvo abierta a recorridos con costo en los que se pudo observar cómo lucía su interior restaurado y algunas propuestas de diseño contemporáneo con la fusión de lo antiguo.
De acuerdo con los organizadores que posteriormente hicieron lo mismo en otros inmuebles emblemáticos, la idea era exponerlos como lugares que se pueden habitar y dejar a la vista del público parte de la historia de Puebla.
Como todo, tuvo algunas críticas que señalaron que si bien había un esfuerzo de restauración, no se conservaba del todo la esencia del inmueble.
Actualmente el majestuoso inmueble luce vacío, en espera de vida.