Ubicada en el Templo de Santo Domingo, la Capilla del Rosario es considerada como una de las obras más importantes del barroco novohispano en México.
Consagrada en 1690, esta joya arquitectónica fue considerada en su época como La Casa de Oro, “Octava Maravilla del Nuevo Mundo”.
Además, en este sitio santo habitan dos seres mitológicos; sin embargo, estos símbolos tienen su razón de ser. ¿Pero por qué se le designó este nombre? Y ¿por qué hay sirenas? Aquí te lo contamos.
De acuerdo con la Gerencia del Centro Histórico y Patrimonio del Ayuntamiento de Puebla, los frailes dominicos llegaron a Puebla en 1534 y ese mismo año construyeron una primera iglesia muy sencilla dedicada al Arcángel San Miguel.
Cien años más tarde, en 1650, la capilla dedicada a la Virgen del Rosario comenzó a ser construida y 40 años después fue terminada (1690).
Tras su consagración, durante ocho días tuvo grandes celebraciones, como misas, procesiones, jubileos y más festividades, motivo por el que recibió el nombre de La Octava.
Su página de internet capilladelrosariopuebla.com nos cuenta que esta obra del siglo XVII, cumbre del barroco novohispano, está casi cubierta con láminas de oro de 24 quilates y otros lujos, motivos por lo que fue calificada en su época como La Casa de Oro, así como la Octava Maravilla del Mundo por Fray Diego de Gorozpe, en un impreso de 1690.
El interior de la capilla es majestuoso, ya que cada estructura arquitectónica exalta el sentimiento religioso y en sus muros laterales hay grandes lienzos pintados por el pintor José Rodríguez Carnero (1649-1725)
Los relieves que revisten cada uno de los muros, las bóvedas y las pilastras muestran una gran variedad de figuras vegetales y animales. Por supuesto que también hay ángeles y querubines, así como otros detalles de simbolismo religioso.
Pero si pones más atención hay detalles decorativos extraños y curiosos como las figuras de cuatro perros con antorchas en sus hocicos que vigilan el lugar bajo la leyenda de Dominis canis, los guardianes de Dios, los pelícanos que simbolizan a Cristo y dos sirenas que hacen alusión a los peligros que enfrentan los navegantes en el mar.
De acuerdo con Francisco de la Maza (1913-1972) en su escrito “La decoración simbólica de la Capilla del Rosario de Puebla”, estas sirenas se encuentran al final de las pilastras que sostienen la segunda bóveda, estos seres mitológicos tienen su razón de ser, puesto que la Virgen del Rosario, desde fines del siglo XVI es patrona de los navegantes y, por ello, en esta capilla se recuerda al mar precisamente con sirenas, representando, el peligro, la tempestad y el pecado del cual salvaba la Virgen del Rosario a sus hijos marineros.
En 1979, el Papa Juan Pablo II, la nombró El relicario de América, quien durante su primera visita a México pudo conocerla y admirarla.
Si piensas visitarla, está ubicada en la calle 5 de mayo y 4 Poniente en el Centro Histórico de Puebla.
Está abierta de martes a domingo, de 9:30 a 12:50 y de 16:00 a 18:00 horas.
Es importante que preguntes por las visitas guiadas que suelen ser muy entretenidas y también debes informarte de las restricciones para la toma de fotografías y videos.