La iglesia de Nuestra Señora del Carmen es considerada como patrimonio histórico de la ciudad, ya que cuenta con grandes obras de arte en su interior y en su fachada. Esta iglesia, que se encuentra en la esquina de la 17 Oriente y 16 de septiembre, en su interior cuenta con dos capillas dedicadas a la Santa Cruz, otra a Santa Teresa y el atrio principal a nuestra Señora del Carmen.
La majestuosidad de este recinto religioso se puede apreciar en su fachada, ya que tiene elementos de piedra de cantera gris, ladrillo, talavera y el escudo de la orden de Carmelitas Descalzas.
De acuerdo con un artículo de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) y el historiador Echeverría y Veytia, en 1548 el Ayuntamiento regaló un solar al regidor Hernando de Villanueva para construir una ermita, el terreno se encontraba en el camino que va hacia Atlixco, actualmente Avenida 16 de Septiembre.
De acuerdo con el historiador, en este sitio se realizaban corridas de toros e incluso el origen de la ermita puede estar relacionado con este hecho, pues según la tradición, Villanueva, lidiando un toro y estando en peligro de muerte, escapó milagrosamente después de rezarle a la Virgen de los Remedios. En gratitud por salvarle la vida erigió esta ermita y colocó su imagen en ella, hecho que está representado así en un lienzo que se encuentra a mano derecha de la entrada del templo.
Con la llegada de la Orden de las Carmelitas Descalzas, en 1586 y gracias al obispo Diego Romano, esta ermita obtuvo tres porciones de terreno más, con lo que se logró la construcción de un convento y una iglesia dedicada a la virgen del Carmen.
Parte de estas construcciones era un huerto que se hizo famoso por sus cultivos, su nombre era la Huerta de las Peras; la orden de Carmelitas tenían un enorme interés en la agricultura, pues a ellos se les atribuye la introducción de la alfalfa en Puebla.
Para 1844 ya existía el denominado panteón de Santa María del Carmelo, del cual ya hemos hablado en este medio, fue clausurado en 1880 y derrumbado 11 años más tarde.
Muy pocos saben que esta iglesia, en una de sus capillas albergaba un gran tesoro, que según los fieles, tenía poderes increíbles y milagrosos. Así surgió la leyenda de las Reliquias del Carmen, pues se dice que desde que se fundó este templo, se fueron depositando poco a poco estos objetos a las que las personas les atribuían milagros y poderes increíbles, hasta que el mismo clero paró esa corriente fanática, que dañaba la imagen de la iglesia católica.
El comercio de este tipo de reliquias era prohibido, pero era algo muy lucrativo que se hacía en los túneles de Puebla, durante la época de la colonia.
Las “Reliquias” que están ocultas, según la leyenda son:
La Cruz de Huatulco
Un pedazo de Lignum Crucis ( Madero de la verdadera cruz de Cristo).
2 Monedas de las que pagó Santa Elena por recuperar la cruz de Cristo.
Un Relicario de Plata de 28 cm de altura que contenía un fragmento del lienzo de la virgen María.
Un hueso de Santa Teresa
Un trozo de carne de San Juan de la Cruz
Cientos de cajitas empotradas en la pared que contenían fragmentos de vestimentas o cuerpo de mártires y Santos.
Dicen que cuando esta construcción se volvió cuartel obligado por las invasiones extranjeras de México, esta capilla fue saqueada y destruida. Hasta entonces jamás se volvio hablar de estas reliquias.
“Leyenda de las Reliquias del Carmen” es sacada del libro “Las Calles de Puebla” de Hugo Leicht
· Relato: Fernando Mario Salazar Aranda, fundador de la página de Facebook “Lo que quieres saber de Puebla”
· Adaptación: Erika Rodríguez