Fundada el 16 de abril de 1531, la ciudad de Puebla, en los próximos años, comenzó a ser dotada de la infraestructura necesaria.
Y uno de los rubros más importantes de aquella época, junto con la religión, la seguridad y la salud, era por supuesto la educación.
Un sector, en el que, de acuerdo con las tendencias de esos años, estaba generalmente a cargo de la Iglesia.
De ahí que no sea extraño que, según registros históricos, entre los años 1578 y 1702, la Compañía de Jesús fundara en la ciudad de Puebla varias escuelas.
El Colegio del Espíritu Santo para criollos, el Colegio de indios de San Francisco Xavier y las residencias de San Jerónimo, San Ildefonso y San Francisco Xavier.
De hecho, hay referencias de que el 14 de abril de 1578 el Cabildo de la ciudad de Puebla solicitó a los jesuitas la fundación de una institución educativa.
Y el 9 de mayo del mismo año, en edificio especialmente adaptado, comienzan los cursos. Así surgió el Colegio de la Compañía de Jesús.
Tras la expulsión de la Compañía de Jesús, en 1767, los cinco establecimientos fueron cerrados.
Posteriormente, los colegios de San Ignacio y San Jerónimo, reabrieron en 1772.
En el año de 1790, fueron fusionados para crear el Real Colegio Carolino.
De ahí que no pocos consideran que la herencia de los colegios jesuitas sea el referente obligado del origen de lo que a la postre fue la universidad pública del estado de Puebla.
Con el paso del tiempo surgieron las escuelas públicas y evolucionó la educación en el estado, no solo a nivel nacional.
Además, en Puebla se crearon las normales, entre ellas el Benemérito Instituto Normal del Estado (BINE), asimismo, se crearon los Centros Escolares.
Y por supuesto se consolidó la Universidad del Estado, para transformarse en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y varias universidades privadas arribaron al estado.