El Estadio Cuauhtémoc, ubicado en la colonia Maravillas de la ciudad de Puebla, no solo es un espacio donde el Club Puebla ha vivido sus mejores momentos, que ha albergado Juegos Olímpicos y Copa Mundialistas, sino que también es un sitio que mantiene oculta una gran obra de arte.
Se trata del mural creado por el artista y escultor poblano Jesús Corro Ferrer que conocieron bien los aficionados en la década de los 70, pero no así las nuevas generaciones.
El Estadio Cuauhtémoc fue una obra del arquitecto mexicano Pedro Ramírez Vázquez y se inauguró el 6 de octubre de 1968, durante la preinauguración de los Juegos Olímpicos de México 68.
Lleva su nombre debido a que fue la cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma el mayor inversionista para que se construyera este campo deportivo.
A la par, el muralista Jesús Corro Ferrer plasmó su trabajo para representar la dinámica del futbol y las razas del planeta. A lo largo de 86 metros cuadrados, los aficionados que ingresaban por la rampa poniente podían apreciar las imágenes ahí creadas con mosaicos venecianos de vítreo.
Con la colocación de cada una de las piezas, algunas de oro, se podía mirar el juego de pelota azteca, el Tlatoani Cuauhtémoc y el dios prehispánico Macuilxóchitl.
Al mismo tiempo se conjugaban imágenes del equipo de casa, Puebla de La Franja, así como de la selección nacional de México, con su jersey en color verde y pantaloncillos blancos.
Sin embargo, en 1985, durante los trabajos de remodelación para ampliar las rampas del coloso, los encargados de la obra tuvieron la idea de colocar una trabe que de manera parcial ocultó el mural, obra considerada como parte del Patrimonio Artístico y Cultural de Puebla como Creación Relevante del Mexicano.
Algunas voces de los aficionados señalaron que, para los ingenieros encargados de la obra, la primera opción fue retirar el mural completo y colocarlo en un lugar visible para honrarlo, pero al momento de querer retirarlo vieron que se corría el riesgo de destruirlo, por lo que prefirieron dejarlo en su sitio original y continuar la obra.
El mural se ocultó aún más con la ampliación que se hizo al estadio Cuauhtémoc para que el aforo aumentara de 35 mil a 42 mil aficionados más, trabajos que se hicieron en el 2015, por lo que ahora el mural luce desgastado en color y con algunos problemas de humedad, entre el acero y concreto en la rampa poniente.
Fue uno de los artistas de los cuales Puebla está orgullosa porque muchos de sus trabajos siguen vigentes en la ciudad, ya que no solo creó el mural en el estadio Cuauhtémoc, también fue quien diseñó la fuente de la China Poblana, esculturas para el mausoleo de Ignacio Zaragoza y otras más.
El maestro Corro Ferrer nació el 24 de enero de 1933 en la ciudad de Puebla y tuvo la formación de arquitecto, escultor y pintor.
Fue fundador del Frente Universitario Anti Comunista en 1952 y también creó esculturas para otros estados y a nivel internacional.
El maestro Corro Ferrer murió el 8 de marzo de 2019 a la edad de 86 años, pero en vida recibió varios reconocimientos a su persona, incluyendo la copia de la Cédula Real por parte del Ayuntamiento de Puebla, así como la Medalla Ignacio Zaragoza, por ser uno de los poblanos más destacados.
Entre los comentarios de los usuarios en redes sociales se leen posturas que lamentan que la obra de un artista de esa talla no se haya rescatado, mientras que otros se pronuncian por darle más difusión al mural para que los aficionados conozcan del mural y cada que acudan al estadio Cuauhtémoc lo visiten.