Corría el año 2004, cuando el alcalde de la ciudad de Puebla, Luis Paredes Moctezuma, arquitecto y urbanista nacido en Tehuacán, anunciaba a toda la ciudadanía la creación de un metro subterráneo.
Aquella administración tenía como proyecto la creación de un metro que incluiría seis líneas: la primera arrancaría al sur de la ciudad, pasaría por la 11 norte-sur, bulevar Carmen Serdán y la autopista.
La segunda línea iniciaría en San Martín Texmelucan, y pasaría por la prolongación reforma, el Centro Histórico, Xonacatepec hasta el crucero de la autopista.
La tercera línea comenzaría por la colonia Valsequillo, hasta Ciudad Universitaria, la entonces avenida Díaz Ordaz, el bulevar 5 de Mayo, Los Fuertes y finalmente llegaría a la autopista.
La cuarta línea pasaría por la Margarita, Díaz Ordaz, el bulevar 5 de Mayo y finalmente hasta la autopista.
La sexta línea, correría por la autopista México-Puebla y pasaría por San Martín, Tecamachalco, Tepeaca y Huejotzingo.
Al no obtener los recursos del gobierno federal para el proyecto, Luis Paredes únicamente realizó en su administración el llamado anillo interior que presumiblemente serviría para la línea 5 y que incluye la glorieta de la Paz, la Capu, China Poblana y el bulevar 5 de Mayo.
El proyecto conceptual quedó en manos de su sucesor, el priista Enrique Doger Guerrero, pero nunca se le dio seguimiento.
En 2021, el Colegio de Ingenieros Civiles en Puebla envió una propuesta al gobierno del estado para construir nuevamente el Sistema de Transporte Metro, como una vía de comunicación para conectar Puebla capital con la zona conurbada. Dicha idea fue rechazada por el gobernador Miguel Barbosa Huerta, ya que aclaró que costaría mucho dinero y existían otras prioridades en la entidad.