El de San Antonio es uno de los barrios fundacionales de la ciudad de Puebla.
Un asentamiento que forma parte de la cronología urbana que marcó el crecimiento de la capital poblana más allá de la traza original.
El Barrio de San Antonio se localiza en el área norte de la zona de monumentos del Centro Histórico.
De acuerdo con registros, en el año de 1555, en la época virreinal, las autoridades escogieron, entre otros, al Barrio de San Antonio como establecimiento para los grupos indígenas.
En su territorio se erigió la parroquia de San José.
Durante esa época, los frailes dieguinos levantaron su convento en lo que era la ermita de Santa Bárbara, que cambió de nombre por la popularidad entre los residentes de una imagen de San Antonio de Padua.
En el templo de San Antonio, el 13 de junio de cada año se realiza un festejo, en el que los creyentes solicitan al patrono su intervención para conseguir pareja.
En la segunda mitad del siglo XVIII, el Barrio de San Antonio era habitado por mestizos, indígenas y españoles.
Durante el siglo XIX el barrio fue sede de distintas actividades comerciales. En 1900, habitantes de San Miguel Canoa, vendían carbón y leña en la plazuela de San Antonio.
Los habitantes del Barrio de San Antonio tienen un alto sentido de pertenencia.
A principios del siglo XX, el barrio era considerado como zona roja o zona de tolerancia. Y durante mucho tiempo sus habitantes se enfocaron en el servicio doméstico, en otras áreas de la ciudad.
Así, la prostitución, la inseguridad y los vicios, marcaron a sus habitantes.
De hecho, durante algún tiempo albergó el bar “La Gata”, en donde, según referencias, en alguna ocasión, habría estado Agustín Lara. En el número 2009 de la calle 5 de Mayo y la calle 22 Poniente.
Los habitantes de San Antonio están conscientes de que la sociedad poblana, identifica históricamente al barrio como una zona insegura.
Sobre el Barrio de San Antonio pesan aún los recuerdos de la banda de Los Pitufos que operó en la década de los años 80 del siglo XX.
Banda que de acuerdo con los habitantes pertenecía a El Refugio y no al barrio de San Antonio.
Ante este panorama, los residentes del barrio luchan para cambiar la percepción social.
En el Barrio de San Antonio hay organización y trabajo social, en sus calles se aprecian grafitis artísticos, y el resultado del trabajo comunitario.
Cabe mencionar que en el barrio existe la leyenda de que una de sus vecindades alberga un túnel secreto que conduce hacia Los Fuertes o hacia la Catedral de Puebla.
El arte urbano, el deporte y la convivencia social, son algunas de las acciones que prevalecen en el otrora barrio bravo de San Antonio.