En Navidad y Año Nuevo, el Juez Calificador se estará frotando las manos para sancionar a algún poblano que detone pirotecnia en la capital.
Además de contaminar el medio ambiente y causar molestia a los lomitos, los fuegos artificiales son una falta administrativa.
De acuerdo con la Ley de Justicia Cívica del municipio, el Juez Calificador puede sancionar a todo aquel que encienda cohetes, juegos pirotécnicos, fogatas o eleve aeróstatos.
La multa para el infractor es de 21 a 30 Unidades de Medida y Actualización (UMAs), es decir, hasta los 2 mil 688 pesos.
También, según la ley, podría ser arrestado de 25 a 36 horas o recibir trabajo comunitario de 12 a 18 horas.
Sin embargo, las autoridades también permiten la quema de pirotecnia, pero con el permiso de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Esto principalmente es para eventos multitudinarios, donde la cantidad de fuegos artificiales es mayor.
Además del permiso federal, también se requiere la aprobación de Protección Civil.
La quema de pirotecnia también puede ocasionar accidentes graves y hasta mortales.
El caso más reciente ocurrió el pasado 12 de diciembre, en el municipio de Acajete.
Como EL UNIVERSAL PUEBLA lo documentó, los pobladores se reunieron para celebrar a la Virgen de Guadalupe en la junta auxiliar San Antonio Tlacamilco.
Como parte del jolgorio, lanzaban cohetes que detonan en el aire, de los cuales uno no se elevó y explotó cerca de la cabeza de dos menores, de unos 16 años.
Uno de los adolescentes perdió la vida y el otro resultó gravemente herido.
Tras los peritajes, las autoridades ministeriales determinaron que el cohete le reventó internamente el cerebro a la víctima.
