Pacientes o sobrevivientes de cáncer que han perdido su cabello requieren de estos servicios para animarse y mejorar su autoestima, por lo que Belem Carrasco, socia propietaria de la estética Happy Cut, mantiene una campaña permanente todo el año para recolectar mechones y donarlos.
En el año 2015, esta estética en Puebla decidió apoyar a la asociación civil Rizos de Amor y Alegría, que se dedica a la elaboración de pelucas oncológicas, específicamente para niñas y niños que padecen de cáncer.
“A veces llegamos a donar a adultos, pero en casos muy específicos, como el hecho que durante alguna donación nos enteramos que la mamá de la paciente también desarrolló cáncer”, explicó en entrevista con El Universal Puebla.
Happy Cut tiene dos instalaciones, una se ubica en Plaza Arcángeles de Lomas de Angelópolis y la más reciente en Centro Mayor de Calzada Zavaleta, donde todo el año reciben a donantes, principalmente niñas de 8 a 15 años de edad.
Debido a la pandemia y a los protocolos sanitarios, quienes deseen donar su cabello primero deberán agendar cita al número telefónico (222) 2 25 20 37 y precisar que quieren “regalar su coleta”, para que les indiquen los requisitos que deben cumplir.
Para ser donante de cabello, de acuerdo con las especificaciones de la asociación Rizos de Amor y Alegría, debe tener 30 centímetros de longitud como mínimo, principalmente porque las niñas que van a recibir su peluca oncológica quieren su cabello largo, y cada una de las pelucas se hacen a medida de los pacientes.
El cabello debe estar en buenas condiciones, no puede estar oxigenado o decolorado ni teñido o con permanente, ni debe ser canoso porque es para niñas.
Para el día de la donación, el cabello debe estar lavado y sin nada de gel o productos químicos para fijarlo.
Al ser donadoras, la estética tiene una tarifa preferencial por cortar el cabello.
“Lo positivo de la pandemia es que se incrementó la donación de cabello y nuestra sorpresa fue que recibimos más coletas de las esperadas. Al mes recibimos un promedio de 50 a 60 donaciones de cabello, pero de octubre a diciembre del 2020 el incremento fue de 15 por ciento”, detalló Belem Carrasco.
En el presente año, agregó, las donaciones se estandarizaron y reciben en promedio de 4 a 5 por semana.
Happy Cut es el vínculo entre las donantes y las niñas enfermas de cáncer, de manera que recolectan el cabello, representantes de la asociación civil acuden a Puebla para recogerlo y al mismo tiempo entregan las pelucas oncológicas.
Las beneficiarias son pacientes de escasos recursos económicos atendidos en Una Nueva Esperanza, en la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer de Puebla A.C. (AMANC) y el Hospital para el Niño Poblano.
Para el personal de la estética es gratificante saber que, de esta manera, las niñas enfermas de cáncer pueden recuperar su seguridad, autoestima, coquetería y bienestar.
“Muchos de los casos de niñas enfermas de cáncer quedan con alopecia permanente, en otros casos pasa mucho tiempo para que ellas puedan recuperar su cabello, así que cuando las familias de escasos recursos reciben esta donación, es muy gratificante y se les cambia el semblante tanto a las mamás como a los papás”, relató.
Belem Carrasco comentó que cuando las niñas se ponen su peluca, de inmediato sonríen y recuperan su seguridad pese al difícil proceso por el que están pasando.
Una peluca -indicó- llega a costar un promedio de 35 mil pesos a nivel comercial, pero la elaboración de una oncológica tiene un precio promedio de 8 mil a 12 mil pesos.
“Ojalá cada vez más se sume la gente en Puebla a este tipo de actividades como la donación. Que logremos proyectar en nuestros hijos estas acciones de buena voluntad, que siempre suman. Porque para una persona puede no representar nada, pero para alguien más representa mucho durante un proceso de diagnóstico”, acotó.
Rizos de Amor y Alegría también recibe donaciones de diferentes estados del país o a través de envíos por correo. Su página es https://www.rizosdeamoryalegria.org/