Corría el año de 1801 cuando se construyó lo que antiguamente se denominaba plazuela de San Roque, pero desde 1961 se llama El Parián, considerado el primer mercado artesanal de la ciudad de Puebla.
El lugar fue albergado poco a poco por comerciantes que se refugiaron en el sitio, luego de ser removidos de espacios que estaban frente a la Catedral.
Uno de ellos es don José Flores Martínez, quien recordó que su mamá comenzó en el mercado en el año de 1962, cuando él apenas tenía siete años de edad.
Recordó que a los comerciantes que vendían artesanías en los alrededores del zócalo de la ciudad los quitaron y los reubicaron en lo que ahora es la 6 Norte.
“Al principio éramos muchos locales vacíos, éramos unos cuantos los que estábamos, había un puesto ocupado, otro vacío y así”, explicó a El Universal Puebla.
El señor de 66 años, informó que al principio no todos los establecimientos vendían artesanías; algunos se dedicaban a vender frutas y verduras, gorditas, tostadas, atole, tamales.
“Poco a poco fue cambiando hasta que se transformó en mercado de artesanías totalmente”, expuso.
Dijo que en un principio la artesanía fuerte era el ónix, cosas de piedras que se hacen en Tecali de Herrera y Tehuacán, pero con el paso de los años, se fue modificando el interés.
Ahora, en pleno siglo XXI, lo fuerte son las piezas hechas de Talavera.
“Volvió a resurgir hace 30 años, y es lo que más se vende ahora”, manifestó el comerciante.
Don José Flores añadió que todos estos años estando en El Parián representan una forma de vida, y es un comercio que le deja una ganancia decorosa para poder vivir.
Actualmente el lugar cuenta con un total de 112 locales, en los que se expenden las más variadas artesanías que se producen en las diferentes regiones del estado.