Mismo compromiso, diferente uniforme.
El equipamiento es lo que distingue a un policía de un paramédico.
La función de ambos es salvaguardar la integridad de la ciudadanía.
Sin embargo, un agente policíaco se encarga, en su mayoría, de la detención de delincuentes.
Mientras que un paramédico es el responsable de salvar vidas.
Lo anterior, ocasiona que sus vestimentas sean diferentes para cumplir su propósito correctamente.
El uniforme de un paramédico cuenta con un pantalón que lo protege de las temperaturas extremas, suciedades y salpicaduras de líquidos, en su mayoría sangre de los pacientes.
Así como una camisola con hilos de algodón con material sintético y con el bordado de la institución que representa.
El uniforme de un rescatista también tiene un chaleco con colores vivos reflejantes, los cuales le ofrecen seguridad y protección en las acciones prehospitalarias, debido a que lo hacen visible en distintas horas del día y la noche.
Finalmente, el equipamiento trae una chamarra también con reflejantes en pecho y mangas que le permiten protegerse del frío.
Por su parte, el uniforme de un policía tiene una placa en el pecho de lado izquierdo que, si bien lo distingue de la corporación a la que pertenece, le sirve de escudo en caso de recibir un balazo, debido al metal con el que está hecho.
Además, porta una gorra que representa la autoridad que tiene sobre el resto de los ciudadanos para protegerlos de la inseguridad.
El equipamiento de un agente también cuenta con diversas armas, como un tolete, una pistola y esposas.
Estos aditamentos le sirven para desempeñar su labor primordial que es la detención de delincuentes.