Ubicada en la parte central del Zócalo de la ciudad de Puebla, la estatua de San Miguel Arcángel tiene una historia particular, además de ser considerado el santo patrono de la localidad.
Su fiesta se conmemora el 29 de septiembre de cada año, pero no es celebrada solo en la ciudad de Puebla, sino también en otros municipios como Atlixco, Huejotzingo y San Miguel Tzinacapan.
La fuente de San Miguel Arcángel no solo es una referencia obligada o punto de encuentro, sino que ha sido testigo de gran parte de la historia y desarrollo de la ciudad. Comparte la plancha del zócalo con otros monumentos, como las musas.
De acuerdo con datos históricos, desde su fundación la ciudad fue encomendada a San Miguel Arcángel, lo que con el tiempo dio pie a que fuera denominada como la Angelópolis.
La fuente está soportada por una columna de piedra, sostenida por cuatro ángeles y en el centro San Miguel.
En el siglo XVIII, fue diseñada por el arquitecto Juan Antonio de Santa María de Inchaurregui y tallada por Anselmo Martínez y José Francisco Rabanillo.
En el plano oficial, fue inaugurada el 23 de junio de 1777, por lo que tiene 277 años de antigüedad.
Referencias históricas indican que primero estuvo ubicada en el Portal Morelos. En 1873, fue trasladada al Paseo de San Francisco, y en 1962, en el marco de la conmemoración del centenario de la Batalla de Puebla, fue trasladada al zócalo, por lo que justamente tiene 62 años en la plancha del zócalo.
San Miguel Arcángel es reconocido como uno de los principales ángeles por sus apariciones en los relatos bíblicos. Es un santo muy venerado en Puebla.
Su figura generalmente aparece con armadura y una espada. El nombre de Miguel en hebreo significa “¿Quién como Dios?”.
En esencia, la figura de San Miguel Arcángel es una referencia obligada para todas las personas, nacionales o extranjeras, que visitan Puebla y se preguntan por qué es considerada la Ciudad de los Ángeles, pero sobre todo, quién es su santo patrono.