El Centro Histórico de Puebla, además de poseer hermosos templos religiosos e inmuebles históricos, también conserva edificios que llaman la atención de los transeúntes y automovilistas que circulan por sus calles.
Uno de estos edificios, que por décadas genera una enorme incógnita, se ubica en la esquina de la calle 9 Norte y 14 Poniente, pues parece una fortaleza por sus paredones grises y su enorme torre.
Entre los vecinos de edad avanzada refieren que el inmueble ha sido de todo, mientras que los más jóvenes mencionan que se trata de un lugar donde la actividad paranormal está presente y se puede sentir “la mala vibra” con solo pasar cerca de éste.
Hay quienes refieren que este inmueble es propiedad de la familia Escandón, originarios de España que en 1930 lo construyeron como parte de la harinera La Providencia, y que algunos dicen que ahora es la harinera El Paraíso que se ubica en la 80 Poniente, pero no están muy seguros.
Este edificio, que está a unos metros del Museo Nacional de los Ferrocarriles de México, lo convirtieron en bodegas donde almacenaban el trigo para la harina y la soya para el aceite.
Algunos vecinos compartieron en redes sociales que sus papás trabajaron en esa harinera y estibaban en costales el trigo para hacer un tipo de trinchera y en la parte central lo mantenían junto a la soya porque en ese tiempo eran insuficientes en Puebla.
Así se mantuvo por lo menos hace 59 años, pues señalan que la empresa tuvo problemas y los trabajadores colocaron las banderas rojinegras y bloquearon los accesos para asegurar la maquinaria y todo lo que ahí había.
En ese sentido, usuarios en redes sociales comentaron que una noche los dueños sacaron todo y lo llevaron a las instalaciones de la harinera de Oriente, que se encuentra a un costado de la autopista, antes de la junta auxiliar de San Pablo Xochimehuacán.
Algunas mamás publicaron en redes sociales que ahí compraban los sacos en los que llegaba el trigo o la soya y con esa tela hacían camisolas para sus hijos, aunque fuera la leyenda La Providencia, pues antes la gente no se fijaba en las marcas de las prendas.
Después, a principios de la década de los 80, comenzaron a rentarse algunos locales de la parte baja del edificio, como una ferretería, estacionamiento y hasta como cuartos de vecindad, pero la calle y sus alrededores ya estaban muy desolados.
Incluso, hay quienes señalan que ese abandono provocó que comenzaran a instalarse comercios dedicados a la venta de productos esotéricos, incluso que levantaran altares a la Santa Muerte.
De ahí que muchos comentarios refirieran que por eso existe actividad paranormal en el sitio, donde otros aseguran que en la azotea de la torre se llega a ver la presencia de un niño y un anciano, que supuestamente ahí vivieron y murieron.
También compartieron que cuenta con un sótano que conduce a un túnel o que tiene un laberinto y por ello atrae a creadores de contenido de este tipo de hechos fuera de lo normal.
El edificio de la 9 Norte y 14 Poniente todavía está en pie, pero no se sabe a ciencia cierta si sigue en litigio o no, como tampoco se conoce cuál fue la verdadera razón de su cierre y qué pasó con los trabajadores que empleaba.
Lo cierto es que el 9 de julio de 2021, poco antes de las 6 de la mañana, elementos de la policía, con la presencia de un diligenciario, recuperaron el inmueble y desalojaron a una familia de seis integrantes que vivía ahí.
Ellos aseguraron que ahí han vivido por más de 60 años, tras un acuerdo con los dueños con quienes se comprometieron a cuidar el inmueble como veladores, ya que se rentaba como bodegas y estacionamiento público.
¿Conoces este inmueble o lo has recorrido?, platícanos tu experiencia para ver si coincide con lo que compartieron en redes sociales.