En la actualidad, la tauromaquia es una de las prácticas con mayor rechazo entre la población más joven, sin embargo, también ha formado parte importante de la cultura y tradición mexicanas desde la época virreinal.
En ese entonces, las corridas de toros se realizaban durante las festividades civiles y religiosas con tablones de madera y cada quien llevaba su silla, pues no existían sitios especiales.
Así que ¿cuál fue la primera plaza de toros en la ciudad de Puebla? Pues bien, el primer toreo de Puebla fue inaugurado en abril de 1841 frente al Paseo Bravo y llevó por nombre Plaza de Toros del Paseo Nuevo, como la de Ciudad de México que estaba en Bucareli.
En este coloso taurino desfilaron los más prominentes diestros de la época, como Bernardo Gaviño, Mariano González "La Monja", Ignacio Gadea y Luis G. Inclán, entre otros.
La plaza también sirvió como baluarte durante la defensa de la ciudad en 1863, cuando fue sitiada por las tropas francesas. Gracias a su capacidad histórica en ese momento de 3 mil asistentes, también se convirtió en escenario de diversos espectáculos, como mojigangas, ascensos aerostáticos y fuegos artificiales.
De acuerdo con historiadores, aunque la práctica no era de sumo agrado debido a la muerte de animales y toreros, de vez en cuando se recurría a ellas, como en las fiestas de carnaval y patronales, sobre todo cuando había necesidad de obtener ingresos extras.
Para ejemplo, las corridas que se realizaron en el barrio de Analco para financiar el Puente de Ovando.
La Plaza de Toros del Paseo Nuevo fue parte importante de la cultura y tradición taurina de la ciudad hasta que fue demolida en 1937, tras la inauguración del Toreo de Puebla, el primer coso de concreto en el país.