El Zócalo de la ciudad de Puebla cuenta con cuatro esculturas con historia que suelen pasar desapercibidas tanto para la población local como para los visitantes. Conocidas como las musas, se ubican en las esquinas de la plancha del lugar.

Se trata de cuatro esculturas de hierro colado de tamaño natural, montadas sobre basamentos recubiertos con placas de ónix de la región.

Al pie de las esculturas se aprecia una inscripción a manera de firma: “Antoine Durenne Sommevoire”, identificándolas como un producto artístico de la casa fundidora de Antoine Durenne, ubicada en la ciudad de Sommevoire, Francia. Esta es una de las firmas más reconocidas de la metalurgia francesa del siglo XIX.

En esencia, representan las estaciones del año, pero al ser donadas por diferentes comunidades de inmigrantes que decidieron hacer de Puebla su hogar, se les identifica como:

  • Musa española, primavera.
  • Musa inglesa, verano.
  • Musa sirio-libanesa, otoño.
  • Musa alemana, invierno.



Durante años, las esculturas han permanecido a la vista de residentes y visitantes, al tiempo que se les ha brindado mantenimiento. Las musas pueden ser apreciadas en el catálogo de compraventa de 1870 de la casa fundidora de Antoine Durenne.

A mediados de 2021, se llevó a cabo una intervención de las musas por un equipo de 20 personas, entre ellas egresados de la Escuela de Conservación y Restauración de Occidente (ECRO) y de la Escuela Taller de Capacitación en Restauración de Puebla.

Las musas permanecen en el Zócalo como testigos fieles de la historia de la ciudad de Puebla.

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