Hoy si se transita sobre las 5 Poniente casi al llegar a La Paz es posible identificar un hotel Best Western que alguna vez pudo ser el gran hospital de cancerología de Puebla.
Se construyó con los planos del nosocomio neoyorkino The New Island Hospital y el talento poblano del ingeniero Marcos Mastretta.
Además de que contaría con una bomba de cobalto que doblaba la capacidad existente en la Ciudad de México para tratar el cáncer.
Para su operación se planteó la participación de médicos tanto de Puebla como de Estados Unidos que tenían conocimientos avanzados en la oncología.
Según reseñas en libros de historia de Puebla y de aficionados a la historia en redes sociales, se estima que tuvo una inversión de 40 millones de pesos, que eran bastantes para esa época.
Sin embargo, la muerte del filántropo Oscar Jenkins en 1963 y las diferencias al interior de la Fundación Mary Street Jenkins que lo financió dejaron la edificación en el olvido.
Fue hasta 1982 cuando se anunció su rehabilitación, aunque ahora como hotel, que en un inicio ocupó la cadena de Hoteles Misión.
Ya como espacio turístico también tuvo anécdotas trágicas, pues previo a la inauguración dos trabajadores perdieron la vida.
Uno falleció al caer en el traslado de bultos de azúcar en una de las rampas y otro, al encender un cigarrillo al interior.