A menos de seis meses de que acabe la administración municipal, las obras insignia que marcarían esta gestión, por el tipo de inversión y las modificaciones a la ciudad, están congeladas.

Es el caso del corredor 5 de Mayo, la remodelación del zócalo, la del Mercado Amalucan y la pavimentación de cuatro calles del Centro Histórico, las cuales permanecen en pausa por la falta de permisos de la Secretaría de Medio Ambiente estatal y de autorizaciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) a las empresas encargadas de las obras.

El lunes 19 de abril, la Secretaría de Medio Ambiente informó que clausuró la repavimentación de las calles 8, 10, 12 y 14 Poniente en el Centro Histórico, debido a que incumplió con las medidas sanitarias contenidas en el decreto estatal para evitar más contagios de Covid-19.

La obra tenía una inversión estimada de 80 millones de pesos en las que se contemplaría la pavimentación con concreto hidráulico en lugar de los adoquines, trabajo a cargo de dos empresas Construcciones Garmadio S.A. de C.V. y Constructores Asociados S.A. de C.V.

El Ayuntamiento guardó silencio ante esta nueva clausura y la noche del mismo lunes dijo no tener ninguna postura, a través de su oficina de Comunicación Social.

Corría septiembre del 2020, el gobierno municipal presentaba en tres diapositivas una de sus obras más grandes, la inversión de 37.5 millones de pesos para remodelar el corredor 5 de Mayo, desde la Avenida Reforma a la 18 Oriente-Poniente, con las que pretendía cambiar la red eléctrica y el alcantarillado, restaurar fachadas y lajas y, renovar el mobiliario urbano.

La fecha de inicio era el 22 de octubre del 2020 y la entrega el 18 de enero de 2021. A dos meses de distancia de ese plazo, la obra sigue sin comenzar, entre las críticas de los organismos empresariales que pidieron aplazar el proyecto hasta que se recuperaran del impacto económico ocasionado por la emergencia sanitaria y la falta de permisos del gobierno estatal para la intervención de la calle.

Esta obra está a cargo de M&P Constructores S.A de C.V., a la cual responsabilizaron de no tramitar los permisos en la Secretaría de Medio Ambiente.

Otra de las obras que ya no se llevaron a cabo, aunque era considerada una de las apuestas de la administración municipal actual, fue el proyecto de modernización de la Central de Autobuses de Puebla (Capu), la cual se llevaría a cabo por parte de la iniciativa privada, pero debido a la pandemia ya no se concretó la inversión.

La ahora alcaldesa con licencia, Claudia Rivera Vivanco, justificó que los empresarios ya no apostaron por la remodelación de la central camionera, ya que lidiaban con la quiebra de negocios y la generación de empleos, además de los contagios de los trabajadores.

El Centro de Atención Múltiple que se construiría en lugar del Mercado Unión, como parte de una estrategia de disolver el centro considerado como foco rojo por la presencia de bandas de narcomenudistas que se disputan el control de la venta de estupefacientes, tampoco se logró llevar a cabo.

Aunque la inversión es federal, las obras de remodelación del zócalo de Puebla siguen sin avanzar desde hace dos semanas, cuando el gobernador Miguel Barbosa Huerta reveló que no había permisos por parte de su administración.

Mientras, en el Mercado Amalucan, las obras tampoco comienzan debido al conflicto entre comerciantes que se oponen a derribar el centro de abasto y quienes están a favor del proyecto, éstos últimos pidieron que ya inicie el proyecto de remodelación.

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