Aunque la polémica del Derecho de Alumbrado Público (DAP) ha acaparado las discusiones en las últimas semanas, el servicio en la capital tiene otro historial cuestionable: el de las concesiones.
Desde que el exalcalde Luis Paredes Moctezuma lo concesionó por primera vez en 2003 y hasta ahora que Eduardo Rivera Pérez tomó las riendas de la ciudad, ha sido motivo de enfrentamientos en la comuna.
Los incumplimientos, una revocación, licitaciones a modo y la permanencia de una de las empresas por varias gestiones han marcado al servicio desde hace 17 años.
Hacia finales de octubre del 2021, la nueva administración municipal descartó dar continuidad a la proveedora con la que trabajó casi todo su trienio Claudia Rivera Vivanco por considerar que hubo incumplimiento.
Se anunció que por 75 días la comuna mantendría alumbrada la ciudad con el trabajo de sindicalizados y la contratación de una empresa temporal de la cual todavía no hay información en la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT).
Según ese periodo, para enero del 2022, el gobierno de Rivera Pérez podría llevar al Cabildo la discusión sobre qué empresa estará a cargo del servicio, cuánto se le pagará y qué prometerá en su oferta.
Esta ha sido la polémica historia de la concesión del alumbrado público en las últimas siete administraciones municipales.
La privatización del servicio inició en abril de 2003 con el panista Paredes Moctezuma, quien otorgó una concesión hasta por 15 años a Citelum de México S.A. de C.V. con la razón social Mexicana de Mantenimiento y Alumbrado (MMA).
Sin embargo, el acuerdo duró dos años por vínculos políticos, se suspendió en el trienio del priísta Enrique Doger Guerrero e implicó una indemnización superior a los 35 millones de pesos.
En la gestión de Blanca Alcalá Ruíz se optó por contratar a la empresa Traffic Light, filial de Citelum, con un contrato cercano a los 180 millones de pesos. Sus dos sucesores panistas optaron nuevamente por los servicios de Citelum.
Al llegar Rivera Vivanco al poder contrató por pocos meses a una empresa temporal y a inicios de 2019 resultó como ganadora la empresa Electro Iluminación y Proyectos de Occidente S.A. de C.V. (EYPO).
Esto, en un proceso en donde se señaló que hubo exclusión para Citelum y que los requisitos estaban apegados a la oferta que sólo podría brindar la ganadora.
En su momento, EYPO incluso se defendió como un mejor proveedor de servicio y destacó que dejaría ventajas a la ciudad.
En el contrato de 423 millones 578 mil 999 pesos se consideraría tecnología solar en zonas marginadas, inteligencia artificial con la instalación de 15 módulos de servicios y mil 700 adornos más para la época decembrina y las fiestas patrias.