Durante las primeras décadas del Siglo XX, algunas colonias se caracterizaron por albergar a los más ricos de Puebla, pero hoy han cambiado casi por completo.
El caso más significativo es el de la colonia Santa María en donde antes había casonas de gente adinerada y hoy desaparecieron para dar lugar a grandes vecindades de construcciones más sencillas.
También hacia el norte de la ciudad destaca el caso de lo que hoy conocemos como las colonias Humboldt y América Norte y Sur.
Aunque ahí se conservan algunas viviendas con características arquitectónicas de la época, muchas más han desaparecido.
En algunos lotes se observa la construcción de nuevas casas y desarrollos de viviendas más pequeñas, además de albergar universidades, hospitales y sanatorios, así como moteles.
El fraccionamiento San Francisco que se ubica en la zona nororiente del primer cuadro de la ciudad y que tuvo construcciones residenciales en las décadas de los veinte y treinta sí conserva varias de las casonas.
Sin embargo, algunas de ellas se han tirado para construir otras edificaciones, entre ellas, pequeñas torres de departamentos e incluso locales y plazas comerciales.
De este último desarrollo habitacional histórico en Puebla que albergó un día a las familias más adineradas, destaca el daño que sufrió durante el sismo del 29 de septiembre de 2017.
En ese entonces, los colonos interesados en conservar la arquitectura lamentaron que por unos años los inmuebles no tuvieran un siglo de vida para ser considerados dentro de la protección del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), lo que facilitó la pérdida de fachadas.
Otro caso también significativo porque albergó a familias adineradas y hoy ha cambiado su actividad es El Carmen, que se ubica ahora como una zona donde se encuentran comercios relacionados con la imprenta y productos publicitarios.
Aunque de más reciente creación, también está el caso de La Paz donde alguna vez existieron impresionantes casonas y que también ha padecido la destrucción de algunos de los inmuebles para dar paso a torres de departamentos de lujo y comercios.
En este punto de la ciudad hubo hace algunos años protestas de activistas inconformes por alterar el emblemático paisaje de su iglesia en el cerro, con antenas y el desarrollo de vivienda vertical.