La rehabilitación del Paseo Bravo concluyó y luce un nuevo rostro.
Los visitantes asiduos pueden recorrerlo de nueva cuenta para volver a enamorarse de su entorno.
La remodelación se aprecia en el mobiliario del emblemático parque que a lo largo de décadas ha sido escenario de múltiples historias y espacio para la convivencia social.
Los pisos, jardineras, luminarias, esculturas y fuentes recibieron mantenimiento y con ello, recobraron su esplendor.
Además, se rehabilitó la banca del quiosco con talavera y se instalaron mesas en el denominado corredor gastronómico.
Los árboles fueron objeto de atención mediante un tratamiento fitosanitario, al tiempo que se llevó a cabo la plantación de nueva vegetación.
En resumen, el Paseo Bravo, luce moderno, funcional, espacioso y confortable, con áreas que invitan por sí solas a su disfrute.
Por la noche, la iluminación permitirá transitar por sus pasillos y disfrutar del entorno.
Un elemento novedoso, sin duda, es el establecimiento formal de un corredor comercial, con mesas para los comensales.
El Paseo Bravo está limpio y agradable, con una nueva imagen digna de su legado e historia.
En términos económicos, la restauración del Paseo Bravo requirió de una inversión de 16.8 millones de pesos y formó parte del programa “Grandes Parques”.