Quien se aprecie de conocer Puebla sabe que el Colonial, es un cine para adultos.
Sin embargo, para los poblanos de la tercera edad vendrá la nostalgia que les provocan los recuerdos de la infancia, cuando acudieron a esta sala que en sus inicios proyectaba películas familiares.
El Cine Colonial abrió sus puertas el 2 de agosto de 1941, en la calle 2 Poniente número 1108, entre 13 y 15 Norte, en el Centro Histórico de Puebla.
En el libro “La República de los Cines”, escrito por Francisco H. Alfaro y Alejandro Ochoa, se describe que el Cine Colonial fue construido por los señores David y Antonio Arellano, en los terrenos que fueron de la maderería de su propiedad.
El día de la inauguración estuvieron personajes como el gobernador Gonzalo Bautista Castillo y los artistas Isabela Corona, René Cardona y Pedro Armendáriz.
Todos disfrutaron del programa encabezado por las hermanas Gloria y Nellie Campobello, la diva Esperanza Iris y el galán Paco Sierra.
“Aunque actualmente el rosetón que remata la portada de este cine resalta el nombre de Gabriel Alarcón y su compañía Cadena de Oro, la verdad es que los dueños originales fueron obligados por la mafia encabezada por William O. Jenkins y sus corifeos Manuel Espinoza Iglesias y el propio Alarcón a vendérselos en términos por demás leoninos, tal como lo relata el cineasta Manuel Contreras Torres en obra El Libro Negro del Cine Mexicano”, se lee en el texto de Francisco H. Alfaro y Alejandro Ochoa.
Desde su inauguración hasta los años 60's, las familias poblanas disfrutaron de las proyecciones de esta sala y los domingos eran los días más concurridos, ya que acostumbraban acudir al cine después de asistir en misa.
Cintas como “Marcelino, pan y vino”, “Los 10 mandamientos”, “Aladín, la caricatura”, “La Guerra de las Galaxias”, entre muchas más, fueron proyectadas para el deleite de sus casi 150 espectadores cómodamente sentados.
Al pasar por la calle 2 Poniente es inevitable no voltear a ver la fachada del inmueble, diseñado bajo los cánones nacionalistas de la época, a fin de que el espectador se sintiera como en la plaza de un pueblo mexicano o con la sensación de encontrase dentro de un set cinematográfico.
Azulejos, marquesinas sobre arcos de medio punto, aplanados rústicos y un balcón en la parte superior lucen en la fachada que destaca por su color amarillo, blanco y rojo ladrillo.
En su interior hay muebles de madera, barandales, faroles, losetas de barro y en la sala de proyección, la simulación de fachadas coloniales o de casas con balcones y tejados.
Todo con un estilo neobarroco y contemporáneo que fue una constante en las construcciones de Puebla.
Su transformación al cine para mayores de 18 años de edad, ocurrió a finales de los años 60’s, con la llegada de los grandes complejos que tenían más de seis salas en la ciudad de Puebla.
Los espectadores dejaron de acudir a los cines de antaño por ver películas en modernas pantallas, mientras que los administradores del Colonial, para sostenerse, optaron por seguir proyectando filmes, pero ahora solo para adultos.
Esta práctica los ha mantenido a flote, de lunes a domingo, de 10:00 a 20:00 horas, por una cuota de 45 pesos por persona, precisando que no se permite el ingreso a mujeres solas, solo acompañadas por hombres.
A lo largo de todos estos años, la única ocasión que interrumpieron su programación, solo por un par de horas de la mañana, fue en el 2018 con motivo del Mundial de Fútbol que tuvo como sede Rusia.
Esa vez, los administradores anunciaron que por un costo de 35 pesos, solo los mayores de 18 años podrían entrar a ver los partidos México vs Alemania (17 de junio), México vs Corea del Sur (23 de junio) y México vs Suecia (27 de junio) para apoyar a la Selección Mexicana e incluso podrían ingresar con su propia botana.
Para muchos esa fue una oportunidad de entrar sin vergüenza alguna ni ocultándose de los vecinos por ingresar a un sitio prohibido, pero fue más el morbo por conocer cómo estaba el interior del cine que a diario en su marquesina anuncia las películas que proyectan desnudos y sexo.
También les sirvió para confirmar o desmentir los mitos que muchos comparten sobre la higiene del sitio, tales como el hecho de que sus butacas están llenas de pulgas o chinches, que el olor a viejo del lugar es invasivo y que las ratas corren entre los pies de los asistentes.
Estos mitos circulan porque, desde la taquilla, se les advierte a quienes ingresan que está prohibido hacer uso de los teléfonos celulares.
Así que todo queda a la imaginación de quienes aún no se atreven a cruzar la puerta del Cine Colonial en Puebla.