La zona de Angelópolis se convirtió este domingo en un museo sobre ruedas al exhibir autos clásicos de colección que forman parte de la Asociación Mexicana del Automóvil Antiguo Puebla A.C.
La celebración se llevó a cabo en el marco de la conmemoración del Día Mundial del Automóvil Antiguo que cada año se celebra en el segundo domingo de febrero, en recuerdo a un evento automovilístico previo a la Segunda Guerra Mundial.
La fiesta automotríz en donde los vehículos de colección salen a las calles se celebra en un total de 172 países y Mozambique fue el último en sumarse a la Federación Internacional de Vehículos Ancestros siendo éste su primer año.
Debido a la pandemia, se hizo una convocatoria sencilla en la que se esperaban a lo mucho 50 automóviles, pero al final más de 90 vehículos se sumaron tanto en la exhibición en la Estrella de Puebla como en un recorrido por la Vía Atlixcáyotl.
De acuerdo con el presidente de la asociación, Celso Iván Villavicencio Ramírez, la agrupación estatal se encuentra dentro de las 10 mejores del país por las piezas del acervo cultural que han registrado.
Por un lado, hay entre 50 y 60 vehículos clasificados como Full Clasics y cuya relevancia radica en que se produjeron entre 1939 y 1945, cuando el mundo atravesaba una etapa bélica y la mayor parte de insumos se iban a la industria de la guerra.
Otra pieza que hace especial a Puebla es un Volvo de 1903 que no sólo se conserva sino que corre un rally, así como autos que a lo mucho han recorrido 300 kilómetros aunque tienen décadas de historia.
Con este valor, las piezas no sólo se exhiben en días como este, ya que también han formado parte del cine mexicano e incluso se han enviado a exposiciones y concursos internacionales.
Para que un automóvil se clasifique como antiguo, explicó Villavicencio Ramírez, debe tener una vida de más de 30 años y tratarse, además, de piezas de producciones donde hubo pocas unidades.
Por ello, comentó, mantener un vehículo de este tipo requiere dedicación y compromiso, ya que en muchos de los casos los coleccionistas se dedican a reconstruirlos.