El Día del Niño será triste para los comerciantes de juguetes del Centro Histórico, pues sus ventas han bajado hasta un 70 por ciento y quienes eran sus habituales clientes ya no asisten por la contingencia sanitaria.
Antes de la pandemia, en los días cercanos al 30 de abril, las calles 16 Poniente y 5 de Mayo –donde se ubican las jugueterías- eran las más concurridas, principalmente, por padres de familia y maestros que buscaban un obsequio para sus hijos o estudiantes.
Incluso, en época electoral, los locatarios aseguran que era común que llegaran los asistentes de políticos que querían regalar juguetes en campaña.
Sin embargo, este año, esas calles están desangeladas y la afluencia de compradores disminuyó drásticamente.
Los locatarios atribuyen la caída de sus ventas al cierre de las escuelas y a que algunas personas que regalaban juguetes en la calle ya no pueden exponerse en esta contingencia sanitaria.
Diana Laura, cuyo negocio está en la 16 Oriente, es de las comerciantes que vendía juguetes para las campañas políticas, pero este año nadie le ha comprado ningún producto para regalar el 30 de abril. Por eso, ella estima que las ventas han caído hasta en 70 por ciento.
“También en ese aspecto hemos tenido que reducir personal para poder pagar rentas y sueldos… El Día del Niño era una de las fechas principales para nosotros, pero con la pandemia no hemos tenido la venta que esperábamos”, mencionó.
Ángel, un comerciante que lleva siete años como juguetero, relató que el año pasado, pese a la declaratoria de emergencia, todavía llegaban muchos compradores.
“Todavía hace un año muchas personas se arriesgaron”, dice a El Universal Puebla.
A esto se suma la competencia desleal de los ambulantes, pues considera que mientras él debe pagar impuestos, los comerciantes informales pueden vender más barato.
“Para empezar, mucha gente que regalaba juguetes ahorita está en casa, resguardada porque saben que la gente no va a recibir juguetes, los niños no pueden estar expuestos”, lamentó.
María Sánchez también observa cómo las ventas se han desplomado, aunque desde su punto de vista este año hay un poco más de actividad que en abril del 2020, cuando se declaró un confinamiento obligado. A pesar de eso, estima que habrá una caída en sus ventas del 50 por ciento.
“La verdad ha bajado mucho con la pandemia… está muy tranquilo ahorita”, dice.
En la calle 16 Poniente era común ver taxis con sus toldos repletos de bolsas de carritos, muñecas y pelotas de plástico. Hoy, son contados los clientes que se acercan sólo a preguntar por el precio de algún juguete.