Desde las primeras horas del día, poblanos y visitantes en general comenzaron a congregarse a lo largo de la ruta que seguiría la Procesión de Viernes Santo en Puebla.
Por su parte, las autoridades locales realizaron cierres viales e implementaron medidas de vigilancia y supervisión para garantizar la integridad y seguridad de los asistentes.
Durante la mañana y conforme se acercaba el inicio de la procesión, comenzaron a llegar algunas de las imágenes y figuras que tomarían parte en el recorrido. Los encargados de mantener el orden, en el plano de la fe, cumplieron con su cometido.
Llegado el momento, el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa, en compañía del gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina y su esposa, Gabriela Bonilla, así como del alcalde Adán Domínguez Sánchez y su esposa, Claudia Barrientos, encabezaron el recorrido.
En la edición 32 de la procesión tomaron parte las ocho imágenes más veneradas de Puebla. En atención a su estado de salud, tras avanzar un breve trecho a pie, el arzobispo Sánchez Espinosa abordó un vehículo especial.
A lo largo del recorrido de la Procesión de Viernes Santo, los asistentes mostraron su entusiasmo y dieron muestra de su fe al realizar diversas peticiones o dar las gracias por los favores recibidos. Entre las imágenes más veneradas a su paso destacaron el Niño Doctor de Tepeaca y el Señor de las Maravillas.
Además, tomaron parte Jesús Nazareno, el Señor de la Misericordia, la Virgen de la Soledad, la Virgen de los Dolores, Padre Jesús de Nazareth de Analco y Cristo de la Expiración.
En la esquina de “La Villita”, sobre la 11 Sur y Reforma, se realizaron una serie de reflexiones de la Procesión de Viernes Santo a cargo del arzobispo Víctor Sánchez Espinosa.
A lo largo del trayecto de la Procesión de Viernes Santo, fue palpable la fe y participación tanto de poblanos como de visitantes, tanto nacionales como internacionales.
Como es tradicional, representantes de los sectores oficial, empresarial, social y educativo de Puebla se sumaron a la procesión.