Debido al desarrollo de la ciudad de Puebla, su cercanía con el Bulevar Xonaca y la Facultad de Idiomas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), en la colonia Humboldt todos los días mucha gente transita para realizar sus actividades, sin saber que esta fue la primera colonia de la ciudad, fuera del Centro Histórico.
En el libro “Humboldt, colonia centenaria 1913-2013”, escrito por el historiador y notario Aldo Roberto Rivero Pastor, así se señala al referir que sus primeros asentamientos fueron de familias alemanas.
Se fundó el 11 de agosto de 1913 y comprende las calles de la 16 a la 32 Norte, y del Bulevar Xonaca a la 14 Oriente, a unas cuadras del Barrio de El Alto y de La Luz, que son barrios fundacionales de la ciudad de Puebla.
Con el paso del tiempo el terreno fue expropiado, después de la Revolución Mexicana, para convertirse en una unidad habitacional que llevaría el nombre del científico Alexander Von Humboldt.
Para 1950, la ciudad de Puebla comenzaba en la colonia Humboldt, por el lado oriente, y terminaba en la colonia Amor, por el lado poniente. De norte a sur comenzaba en la colonia Santa María y terminaba en El Carmen.
Los poblanos de ahora pueden admirar las hermosas fachadas de las viviendas de la Humboldt, que se construyeron sobre el rancho de la Rosa, propiedad del alemán Pablo Pertessen, quien estaba casado con Esther Colombres, hija del destacado general Joaquín Colombres.
La arquitectura de los inmuebles destaca por parecer chalets o casas de campo. En su mayoría son de dos niveles, con puertas centrales, amplias ventanas y cercas de herrería que solo cubren a la mitad del primer nivel.
Hoy lucen colores vivos, sin dejar el tono blanco que hace contraste con las jardineras que estas casas tienen en la parte frontal.
Sus avenidas son amplias y tienen emblemáticos monumentos que las mismas familias de antaño han propuesto y cooperado para levantarlos.
Algunos son el busto del Dr. Hugo Leicht Meyer, quien fue profesor y director del Colegio Humboldt, cuyo espacio es hoy ocupado por la Facultad de Idiomas de la BUAP. También fue autor del libro "Las Calles de Puebla".
En la primera rotonda de la colonia, sobre la 14 Oriente, está el monumento dedicado a la madre, un monolito hecho en piedra que se colocó el 12 de mayo de 1934, y fue el segundo en toda la República Mexicana después que en 1922 se estableció esta celebración.
Para las familias como Rivero Pastor, Martínez Otero, Rivero Carvallo, así como los Tritschler y otros vecinos de la colonia, sus enseñanzas se daban en el Colegio Motolinía, inaugurado el 8 de abril de 1931.
Mientras que sus tardes de ocio y paseos eran en la Fuente de Las Ranitas, una construcción que estaba en la 16 Oriente y 30 Norte, pero que desapareció para abrir una glorieta y dar paso a los camiones de pasajeros.
En esta colonia también estaba el restaurante La Porfiriana, que aun cuando otorgaba el servicio a comensales, respetaba la construcción de las casas de la época, pero desapareció por allá del 2015.
En las calles de la colonia también se podían ver las instalaciones de la fábrica de refresco propiedad de José Rivero Carvallo o la fábrica de Alto Acabado, propiedad de Guillermo Vigil Escalera.
Existe entre los colonos del Humboldt la historia de un hecho trágico ocurrido la mañana del miércoles 7 de octubre de 1953, cuando una avioneta Cessna XB-SAI acababa de despegar del aeropuerto de Puebla, hoy el Parque Ecológico.
Esa nave tenía como destino la localidad de Ixtepec, Oaxaca, pero de repente una falla en el motor izquierdo provocó una pérdida de velocidad y altura.
Cuentan que la pericia del piloto, de nombre Bernardo Camarillo, permitió hacer un aterrizaje de emergencia en medio de campos de cultivo en la colonia Humboldt y afortunadamente los siete tripulantes salieron ilesos.
Hoy hay sucursales bancarias, gran actividad por la presencia de escuelas públicas y privadas, también por ser una de las avenidas principales para tomar la salida de Puebla a Tehuacán y por ser parte del primer cuadro de la ciudad.