Algunos creían que no era posible, pero en algún momento de la historia, la ciudad de Puebla estuvo cubierta de nieve por más de tres días, un hecho que asombró a todos sus habitantes.
¿Lo Sabías? Aquí te contamos cómo fue.
De acuerdo con el cronista David Ramírez Huitrón, creador de la página de Facebook Puebla Antigua, el 6 de febrero de 1908 , la capital poblana transcurría como un día normal. Pese a que aún era invierno no hacía frío, pero la presencia de nubarrones presagiaban una posible tormenta.
Alrededor de las 17:30 horas, el cronista poblano relata que el cielo comenzó a caerse literalmente de una forma jamás vista en la historia de Puebla.
Durante más de 45 minutos, cayó sobre la capital poblana una gruesa manta de hielo en forma de granizo, la cual causó graves daños.
Una vez que la lluvia se detuvo, las calles de Puebla estaban cubiertas de una gruesa capa de hielo.
Este fenómeno natural dejó asombrada a toda la población que nunca había visto una granizada similar. No obstante, esta tormenta ocasionó daños significativos para varios edificios y establecimientos, además de la red eléctrica de la ciudad, la cual quedó suspendida por varios días.
El servicio de tranvía también quedo paralizado y en la zona del río San Francisco hubo inundaciones que arrastraron varios lugares de entreteniendo.
El hielo permaneció en las calles por más de 3 días, de acuerdo con algunos testimonios y así quedó registrado en las noticias de aquella época.
Un fenómeno similar ocurrió hace 113 años en la capital poblana, pues las calles del centro histórico de Puebla, amanecieron blancas por el granizo acumulado tras una tormenta que ocurrió el 14 de noviembre de 2021.
Sitios emblemáticos de la ciudad como El Paseo Bravo, la 7 Norte y la 2 Poniente, entre otras calles, estaban cubiertas de una capa gruesa de hielo.
Sin duda, aquella ocasión tanto grandes como pequeños aprovecharon la oportunidad para jugar e incluso hacer muñecos de nieve.
Conforme avanzaron las horas, el calor del sol poco a poco fue derritiendo los cúmulos de hielo, dejando sólo imágenes que se convertirían en parte de la historia de la ciudad.
