En la zona histórica de Los Fuertes de Loreto y Guadalupe de la ciudad de Puebla se encuentra un inmueble que años atrás fue escenario de importantes festejos taurinos, se trata de la plaza El Relicario “Joselito Huerta”.
Esta plaza de toros se inauguró el 19 de noviembre de 1988 con un cartel que anunció a grandes figuras como Jorge Gutiérrez, David Silveti, Vicente Ruiz “El Soro”, Manolo Martínez y Joselito.
La obra fue posible con el empuje del empresario tlaxcalteca José Ángel López Lima, quien vio la necesidad de atender a la afición taurina de Puebla.
En la ciudad trazada por ángeles, la fiesta brava ya era una tradición, pero los festejos se realizaban en ruedos que podían armarse y desarmarse, por lo que consideraban necesario un toreo permanente.
De acuerdo con datos del portal taurino De Sol y De Sombra, la plaza tiene una capacidad de 4 mil 500 aficionados y su época dorada fue en la década de los 90 cuando pasaron de uno a nueve festejos taurinos en el año, siendo los más importantes en mayo con motivo de la Feria de Puebla.
La plaza, que se hizo con recursos de la iniciativa privada y contó con el apoyo del gobierno estatal, poco a poco se fue ganando un lugar dentro de las plazas taurinas del país.
En el año 2000, a fin de permitir que los aficionados estuvieran más cómodos en cada corrida, es que se decidió techar en su totalidad El Relicario.
Además de López Lima, también fue administrada por el español Manolo Tirado Mendoza, Alberto Ventosa y Pedro Haces, con y sin la anuencia del gobierno estatal.
A lo largo de 35 años, a esta plaza han repartido suertes y faenas matadores como David Silveti, Jorge Gutiérrez, Vicente Ruiz “El Soro”, Manolo Martínez, Manolo Arruza, Lázaro Carmona, Alberto Ortega, Eloy Cavazos, José Miguel Arroyo “Joselito”, Ponce, El Juli, Morante de la Puebla, Uriel Moreno “El Zapata”, Jerónimo y Rafael Ortega, entre muchos más.
Así como ejemplares de las ganaderías de Reyes Huerta, Montecristo, Xajay, Piedras Negras y de Pedro Haces e hijos, entre otras, incluso algunos de los toros fueron indultados ante el reconocimiento a la bravía y entrega en el ruedo.
Sin embargo, toda esa fiesta taurina quedó en el recuerdo, pues las acciones y protestas de grupos pro-animal han evitado, por medio de amparos, que las puertas de El Relicario permanezcan abiertas para las corridas de toros.
Como ejemplo reciente está lo sucedido en la edición de la Feria de Puebla 2023, cuando un grupo de empresarios junto con el gobierno del estado anunciaron corridas de todos para celebrar las fiestas de mayo, pero luego de anunciarse el cartel, tuvieron que reembolsar las entradas porque la corrida se suspendió, igual que ocurrió en la plaza de Teziutlán y otros municipios del estado.
En tanto, las lluvias, el sol y otras inclemencias ya provocan estragos en la plaza de toros El Relicario, el cual se mantiene estoico en espera de recibir a miles de aficionados a la fiesta brava, una vez que sociedad, ganaderos, matadores, novilleros y trabajadores indirectos y empresarios se logren organizar y ponerse de acuerdo.