Este jueves 14 de septiembre se celebra el Día Nacional del Charro, una efeméride que hace visible a los mexicanos que, a través de su habilidad y cariño a las viejas tradiciones, fortalecen la identidad cultural de México.
En Puebla existe un lienzo charro por el Bulevar 20 de Noviembre en dirección a la autopista México-Puebla, por la zona de los estadios de béisbol y futbol, pero son pocos los eventos de los cuales se conozca ahí se lleven a cabo.
Sin embargo, hubo una época en esta ciudad donde las fiestas de charros, eventos, campeonatos y otras actividades eran domingo a domingo en la Plaza del Charro.
La Plaza del Charro se ubicaba sobre la calle 24 Sur, entre la 11 y 13 Oriente, de la colonia Azcárate. Se construyó por allá de 1930 y conforme pasaron los años cobró mucha importancia a nivel nacional, al grado de ser un impulsor de la charrería como deporte nacional.
El frente de la plaza recibía a los asistentes con un arco enmarcado con ladrillo rojo y el letrero Plaza del Charro, después era un patio de arena para que pudieran estacionarse algunos vehículos o se colocaran algunos puestos de vendedores.
La siguiente entrada era una réplica del mismo arco y sus ladrillos que rodeaban toda la construcción. En el interior se podía uno encontrar un enorme ruedo que contaba con un largo pasillo para la suerte de los charros.
El ruedo estaba protegido por burladeros, como en las plazas de toros, un pasillo en todo el rededor de la plaza y después se levantaban los muros para la zona de gradas.
Los asistentes podían estar cómodamente sentados y protegidos por la sombra, ya que a diferencia de otras plazas, la zona de gradas estaba techada y su diseño era arcos en toda la circunferencia de la plaza.
Los asistentes estaban protegidos por balcones de herrería, lo que hacía que cada zona de las gradas luciera como si se tratara de ventanales de una casa, pero en lugar de terminar cuadrados, eran en medias lunas enmarcadas por ladrillo, muy al estilo de las haciendas de antaño.
El techo era en un diseño de teja a dos aguas y también contaba con un balcón principal que era ocupado por el gobernador en turno e invitados especiales.
Las familias poblanas ahí vieron a grandes matadores de toros, también la actuación de Mario Moreno “Cantinflas”, la belleza de la actriz Elsa Aguirre y a famosos charros como Severiano “El Indio”, al señor Reguero, René Santillana y muchos más.
Por sus dimensiones, la Plaza del Charro de Puebla también sirvió para recibir el circo de Capulina o el circo de La Chilindrina, por allá de los años 70. También fue escenario de homenajes al Ejército Mexicano en 1974.
Igual lo ocuparon para bailes populares, juegos deportivos, incluso para fiestas de XV años, pero fue a principios de 1980 que se demolió este inmueble para dar paso a la construcción del edificio de la Secretaría de Planeación y Finanzas del gobierno del estado.
Por ello se explica que a un costado del edificio se encuentra el Monumento al Charro, una estructura que se oculta entre los arbustos que rodean la banqueta sobre la 24 Sur, pero que las autoridades permitieron colocar en homenaje a los dedicados a la charrería, deporte nacional, y a quienes aman la fiesta charra
