Hace poco más de tres décadas, la Reserva Territorial Atlixcáyotl-Quetzalcóatl, era un espacio natural.
Hasta la segunda mitad de la década de los años 70, al llegar a lo que hoy es el circuito Juan Pablo II, se terminaba la zona urbana y daba paso a los ejidos, la Puebla rural y los espacios naturales.
De hecho, en 1995 se constituyó la Reserva Territorial Atlixcáyotl en donde se han desarrollado diversos tipos de proyectos que modificaron los usos de suelo.
Esos cambios se reflejaron en crecimiento urbano y conurbación hacia las localidades que se habían caracterizado por preservar su traza urbana prehispánica original y sus zonas agrícolas con cultivos tradicionales, como San Bernardino Tlaxcalancingo.
Inicialmente, en 1992, el gobierno federal a través de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) federal expropió mil 82 hectáreas de la Reserva Territorial Atlixcáyotl-Quetzalcóatl, que sería regido bajo el “Plan de cien ciudades” que beneficiaría de manera equitativa a ejidatarios, desarrolladores inmobiliarios y al propio estado.
La expropiación se efectuó a petición del gobierno del estado de Puebla, encabezado por Mariano Piña Olaya.
El “Plan de cien ciudades” buscaba que el ejidatario participará con sus tierras en un plan de desarrollo urbano ordenado y los desarrolladores inmobiliarios aportarían la infraestructura.
Los terrenos expropiados, en teoría, serían destinados a vivienda popular y media con servicios tales como escuelas públicas, hospitales, panteones, vialidades, muchas áreas verdes.
Además de un Gran Parque Metropolitano que operaría como pulmón de la ciudad y, en paralelo, delimitaría los municipios de Puebla y San Andrés Cholula.
Sin embargo, los planes cambiaron y en ese espacio comenzaron a erigirse fraccionamientos, escuelas privadas, centros comerciales, hospitales privados e incluso áreas residenciales.
El gobernador Piña Olaya realizó la reforestación de 100 hectáreas y construyó el Hospital del Niño Poblano.
Durante el gobierno de Manuel Bartlett Díaz se presentó el proyecto de la Reserva Territorial Atlixcáyotl-Quetzalcóatl, con un programa de desarrollo urbano que modificó el decreto original.
Asimismo, se inició la construcción de la nueva infraestructura, con espacios como el centro comercial Angelópolis.
