Destreza, habilidad, paciencia y mucha devoción tienen las manos de los artesanos del municipio de Atempan para confeccionar con elementos naturales un retablo que se coloca en la Puerta del Perdón de la Catedral de Puebla.

Como cada año, con motivo de las celebraciones de Semana Santa, los artesanos seleccionan la flor de cucharilla, follaje y madera para crear el arte efímero.

De acuerdo con el arqueólogo Eduardo Merlo, en su programa radiofónico, la procesión del Viernes Santo es una de celebración muy importante y muy arraigada en la cultura popular.

También lo es, en esta época del año, la realización de retablos y arreglos florales para adornar los altares y las procesiones religiosas.

El viernes pasado fue el turno de los altares a la Virgen de Dolores y ahora con el Domingo de Ramos es momento de colocar los retablos con coronas y figuras trenzadas con la flor de cucharilla.

Se trata de una planta, en realidad no es una flor, que sus pencas son de pequeño maguey llamado dasylirion acrotriche, las cuales lucen un tono blanco a ligeramente amarillo.

La flor de cucharilla, una planta que crece en abundancia en la Sierra Norte de Puebla, es cuidadosamente recolectada en el monte por manos expertas para su posterior utilización en la elaboración de los retablos y arreglos florales.

La recolección es un proceso que lleva su tiempo, por ello, cuando regresan a sus comunidades son recibidos con música y comida.

Los artesanos de Atempan, ubicado en la zona serrana, con la madera de pino dan estructura al arco, espacios con bambú, tarro o bejuco, y adornados con flores y vegetales.

Sobre las estructuras de los arcos o retablos se coloca la flor de cucharilla y las guías que dan forma a los bellos diseños que se pueden admirar y apreciar mejor a la distancia.

Los arcos y retablos más lujosos son aquellos que utilizan más cucharillas, aunque también se pueden encontrar arcos adornados con frutas y verduras ingeniosamente colocadas, semillas de maíz, frijol, calabaza, guaje y otras varias.

La tradición de enflorar los espacios sagrados sigue viva en la cultura mexicana y continúa atrayendo la atención y admiración de locales y turistas.

Estas obras de arte efímero están dedicadas a las festividades patronales y destacan en las procesiones de Viernes Santo en Puebla.

Es en la Procesión de Viernes Santo donde se lleva a cabo la presentación del retablo de flor de cucharilla, debido a que esta procesión es una de las más importantes y emocionantes de la ciudad, convirtiéndose en un verdadero símbolo de la fe, no solo en Puebla, sino en todo el país.

La colocación de estos arcos decorativos se remonta a la cultura mexicana prehispánica, donde los tlaxochime eran los encargados de decorar los templos y palacios con flores y vegetales.

Cuando los franciscanos llegaron para la evangelización, esta costumbre se incluyó y se utilizó en la decoración de los atrios y las iglesias.

Hoy en día, los especialistas -también conocidos como arqueros- continúan con esta práctica, utilizando técnicas y motivos ornamentales que han pasado de generación en generación.

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