Las altas temperaturas y la poca lluvia que se han resentido en los últimos días en Puebla hacen que sus habitantes presten mayor atención a temas como el cambio climático.
Pero también es importante cuidar los pocos pulmones que tiene la ciudad de Puebla y preservarlos una vez que han sido rescatados.
En la calle 117 Oriente número 1 y Canal de Riego de la colonia El Cobre, en la ciudad de Puebla, se encuentra el Parque Urbano Tlapacoyan, que el 8 de diciembre de 2010 fue declarado como un Área Natural Protegida.
Tiene una superficie total de 31.45 hectáreas y aunque el Plan Municipal de Desarrollo Urbano y Sustentable 2018 propuso su rescate para convertirlo en un punto de recreación y educación ambiental para la población, no se concretó.
Algunos vecinos llegan a ocupar la cancha de béisbol y las áreas verdes para pastorear, otras áreas se encuentran olvidadas como el socavón y el tiradero de escombro y chatarra.
Además, pese a ser Área Natural Protegida no se cumplió el objetivo de promover la conservación de especies de flora y fauna, realizar actividades recreativas y de bajo impacto, mejorar la calidad de vida de los pobladores de la zona y prohibir la construcción de todo tipo de instalaciones y edificaciones que no sean destinadas para los fines de la declaratoria.
Al respecto, el arquitecto Emiliano de Jesús Castillo Iturbide, en el Taller de Consolidación de Arquitectura Otoño en la Universidad Iberoamericana de Puebla, propuso desde el año pasado un proyecto de rescate para dicho parque.
En esta zona hay arbolado continuo de cedros blancos, sabinos y eucaliptos, principalmente en la parte central del parque, como resultado de algunas acciones de reforestación y tiene potencial para convertirse en el pulmón sustentable.
De acuerdo con el proyecto de Castillo Iturbide, en la zona se podría crear un área para la agricultura, botánica y conservación animal. Para ello, hay que formar huertos comunitarios, invernaderos, talleres de botánica, espacios de resguardo y práctica animal, lago, sanitarios y estacionamiento.
Para la infraestructura sanitaria, diseñó la instalación de biodigestores anaeróbicos y campos de absorción, de manera que las descargas vayan a los registros, pasen a los biodigestores para su procesamiento de limpieza y por último, las aguas ya procesadas rieguen los campos de absorción para permitir la permeabilidad del suelo y que el agua siga su proceso de filtración natural.
También plantea un sistema de captación para aprovechar el agua de lluvia mediante un pozo y un humedal.
El agua recolectada en el humedal tendrá un proceso biológico mediante plantas como carrizo, mafafa, xanthosoma y lirio acuático, que ayuden a la remoción de contaminantes y oxigenación de forma natural.
Actualmente no hay un sistema de iluminación eficiente en el parque, de manera que para la generación de energía propone la instalación de paneles solares de 320 watts.
Además, propone la reforestación de ejemplares de fresno, jacaranda, ciprés y eucalipto. Mientras que en términos de infraestructura sugiere respetar el uso de concreto, ladrillo rojo, acero y madera.
En su proyecto, el arquitecto Emiliano de Jesús Castillo Iturbide destaca que el rescate del Parque Ecológico Tlapacoyan sería de gran beneficio para los habitantes de las colonias Guadalupe Hidalgo, Hacienda del Cobre y Héroes de Puebla (sección 1 y 2), donde aproximadamente viven unas 23 mil 600 personas.