Puebla se aproxima a los 500 años de su fundación. Por eso, el historiador Aldo Roberto Rivero Pastor, considera que los poblanos deberían conocer la riqueza histórica de esta ciudad que nació el 16 de abril de 1531 y que este viernes 16 de abril cumple 490 años.
“Sólo así podrán valorarla, apreciarla y cuidarla”, expresó.
“Tenemos una gran riqueza muy reconocida por todas las memorias del mundo y todas las instancias internacionales… es un lujo ir a la Biblioteca Palafoxiana, ver nuestra Catedral, apreciar la arquitectura vernácula, es un lujo ser poblanos”, asegura.
En entrevista con El Universal Puebla, el experto aclaró que el verdadero nombre de la capital es “Ciudad de los Ángeles”.
“En las escrituras públicas, en todos los elementos jurídicos, siempre se le decía Ciudad de los Ángeles, pero piensan que se debe al obispo Juan de Palafox y Mendoza -quien se puso Juan obispo de la Puebla-, que nosotros cambiáramos esa denominación y se le empezó a llamar la Puebla de los Ángeles, Ciudad de los Ángeles y diversos nombres hasta que acabamos con Puebla”, explicó.
Dijo que la denominación “Puebla” tiene su origen en el siglo XIII, en el año 1200, cuando el rey Alfonso X “El Sabio”, elaboró un compendio en el que se le designó el nombre de popolo a las villas o burgos integrados por un grupo de habitantes reunidos en una delimitación de territorio. Por ello, es que hay varias Pueblas en España.
Explicó que el Barrio de San Francisco es de los más antiguos en la ciudad y aún se conservan inmuebles de la época de la fundación como la Casa de las Cabecitas en la avenida 3 poniente y la capilla de Ecce Homo localizada en el Barrio Alto, además de la Catedral y el convento de San Francisco.
“Estamos próximos a tener 500 años, a base de forjarse de tesón, a base de tantas cosas que nos han pasado, terremotos, inundaciones. Sin embargo, la Puebla ciudad de los Ángeles se mantiene custodiada por los mismos”, expresó Rivero Pastor.
El historiador lamentó que, con el paso de los años, se han perdido algunos inmuebles históricos durante el proceso de modernización de la ciudad.
“Hemos perdido la casa de la Caporala, que era enorme y muy bonita. Hemos perdido la Casa del Pueblo que estaba en la 3 Poniente, muy sui géneris, eran pequeños cuartos pero era una cuartería muy sevillana… perdimos muchas casas importantes”.
Por ello, insistió en la importancia de conocer la historia, para preservar los tesoros que son propiedad de la humanidad y que en Puebla, abundan.
Muchos de ellos, como el “acta de nacimiento” de Puebla se exhiben en el Archivo Municipal. Se trata de la Real Cédula y la Real Provisión, que son considerados los documentos que le dan razón y sentido a la Fundación de la ciudad.
Los documentos refieren que el 16 de abril de 1531 llegaron los primeros pobladores provenientes de España.
Otro documento que se puede conocer en esta muestra temporal es la Real Provisión del 20 de julio de 1538, mediante el cual se le otorga el Escudo de Armas. Está elaborado en pergamino con tintas vegetales y tiene algunos retoques con pintura de oro. En este documento, Carlos V le otorga a la ciudad su escudo.
Parte de la decoración que se observa en el pergamino refleja la travesía que vivieron los españoles al cruzar el Atlántico. En la época medieval no se creía que se pudieran cruzar los Océanos porque aseguraban que había bestias. Por ello, también aparece la imagen de los ángeles que están deteniendo a las bestias, para así permitir la llegada a la nueva tierra.
En un libro aparte, se puede conocer la lista de los primeros pobladores de la ciudad. Se trata de 33 familias -entre ellas una mujer viuda-, que llegaron provenientes de España y a quienes se les otorgaron tierras para comenzar a trabajarlas.
En el libro se da muestra también de cómo fueron llegando, en algunos casos hombres solos, otros con sus esposas y algunos más se casaron en la Nueva España. Entre los primeros fundadores, se encuentran hombres de apellido Anzures, Alonso, Yánez (que después se convirtió en Yáñez), Morán, López, entre otros.
Este espacio alberga en total 1.8 kilómetros de documentación, incluye actas de Cabildo desde 1532 hasta las del año pasado, las cuales ya están encuadernadas.
Para mantener en buen estado toda esta documentación, los ejemplares son sometidos a tratamientos preventivos como limpiezas superficiales que se realizan cada seis meses, limpiezas profundas que incluyen limpiar hoja por hoja una vez al año, y trabajos de restauración. Todo ello, realizado por personal especializado.